El Presidente Nacional del Revolucionario Institucional
decreta el fin del viejo régimen y establece una relación de “sana cercanía”
entre el PRI y el presidente electo Enrique Peña Nieto
Por Agustín Ambriz / Luces del Siglo
Cancún, Qna. Roo., a 17 de septiembre de 2012.- La era de la presidencia hegemónica ya cumplió su ciclo
histórico y es irrepetible, asegura lapidario Pedro Joaquín Coldwell, líder
nacional del PRI.
“Lo que hoy necesita México no es un presidente sino un
líder democrático”, sugiere el político cozumeleño, operador del triunfo
priísta que recuperó la presidencia de la república tras doce años de gobiernos
panistas.
Convencido de que se arriba a una nueva era, sostiene que
entre el PRI, sus legisladores, su gobernadores y el presidente Enrique Peña
Nieto debe imperar una “sana cercanía”, en alusión a la “sana distancia” que
marcó el presidente Ernesto Zedillo Ponce de León antes de entregar el poder al
PAN.
Precisamente, con Zedillo fue cuando el PRI dejó de tener
mayoría legislativa. Ahora con Enrique Peña Nieto se repetirá el escenario de
ese Congreso plural que durante los últimos 18 años no ha podido superar diferencias
para avanzar en las reformas estructurales del país.
Ante este panorama, Joaquín Coldwell refiere que cuando el
voto de los ciudadanos no le da al presidente la mayoría legislativa para su
partido, entonces ésta hay que buscarla con las diferentes fuerzas
parlamentarias.
Aunque aclara que la construcción de mayorías legislativas
primero debe pasar por la consolidación de las mayorías del propio grupo
parlamentario y la sincronización de éste con las iniciativas del Ejecutivo,
para luego buscar los consensos con los otros partidos políticos.
En una autoevaluación de su partido, el líder dice que
después del triunfo no se pueden echar las campanas al vuelo y que el siguiente
paso es la reforma de fondo del PRI.
“Para convertirlo en un partido mucho más representativo de
los anhelos de la sociedad”, considera.
Esta reforma, añade, implica cambios en su organización
interna, una revisión de su plataforma ideológica y mayor apertura a mujeres y
jóvenes, sectores que se han desarrollado por encima de los tradicionales:
agrario, obrero y popular.
- La ausencia en “Los Pinos” fue de 12 años ¿Resiste el PRI
en esta nueva era la presencia de un presidente hegemónico?
- La era de la presidencia hegemónica ya cumplió su ciclo
histórico y es irrepetible. Peña Nieto ha proclamado que él va a desempeñar una
presidencia democrática, que implica ejercer un liderazgo nacional pero con
pleno respeto de los derechos de los ciudadanos y de las autonomías de los
otros poderes de la unión.
- En el pasado el presidente dictaba las directrices tanto a
legisladores como a gobernadores, “daba línea” ¿Cómo será ahora esta relación?
- La relación del presidente con los grupos parlamentarios
del Congreso de la Unión tiene que ser de sana cercanía porque las políticas publicas
que el país requiere para generar empleos y volver a la senda del crecimiento,
nacen de cambios legislativos y en consecuencia debe haber una estrecha
sincronización entre las iniciativas del poder Ejecutivo y el respaldo
Legislativo que logre tener, particularmente en esta ocasión que el PRI no
tiene mayoría en ninguna de las Cámaras del Congreso de la Unión.
- ¿Vamos hacia un régimen semiparlamentarista, como lo han
sugerido algunos especialistas?
- No, el presidente ejercerá el liderazgo del PRI como
corresponde en todo régimen presidencial. En los regimenes presidenciales, el
presidente es el jefe de estado, el jefe de gobierno, el comandante de las
fuerzas armadas y el líder natural de su partido político.
“En consecuencia, la relación partido-gobierno, en este caso
partido-presidente por decirlo de manera más específica, tendrá por un lado una
vertiente en la cual el presidente respetará los derechos políticos de los
militantes priístas, y por la otra el PRI acompañará al presidente en las mejores
decisiones de gobierno.
“Y se dará también otra vertiente de un estrecho diálogo
entre el titular del poder ejecutivo y los órganos de deliberación y ejecutivos
del partido”.
- Pero la tendencia legislativa ha sido restarle cada vez
más poder al presidente, las reformas de los últimos sexenios han ido hacia la
descentralización del poder, inclusive una propuestas de Peña Nieto es eliminar
la cláusula de gobernabilidad que impide que algún partido político pueda tener
mayoría…
- Él no ha presentado una propuesta formal en ese sentido.
Hubo un debate nacional en México sobre cómo construir mayorías legislativas,
hace un año, y algunas personas, entre ellos Peña Nieto, opinaron que las
cláusulas que no permiten más allá del 8 por ciento de sobrepresentación,
deberían de suprimirse.
“Pero eso ya no está ahora en el debate político del 2012.
No procedió en su momento y ahorita es un congreso donde el PRI es la fracción
mayor en ambas cámara pero no tiene la mayoría suficiente para aprobar solito
las iniciativas.
“Entonces, cuando no tienes mayorías legislativas, hay dos
maneras de conseguirlas: cuando te las da la gente en las elecciones por el
voto, y cuando las tienes que construir en el Congreso de la Unión con las
otras fuerzas, y eso es lo que vamos a hacer. En esa dirección vamos a
trabajar”.
- En la pasada legislatura de la cual fue usted senador se
avanzó en la reforma política, pero quedaron algunos temas inconclusos ¿En su
opinión, qué le falta a la reforma política para completarla?
- Lo que requiere ahora la reforma política, que se llevó a
cabo en su nivel constitucional, es reglamentarla a través de leyes
secundarias. De manera particular hay que trabajar la Ley de Participación
Ciudadana o Consulta Popular establecida.
“También hay que establecer cuáles van a ser los requisitos
para las candidaturas independientes, qué tipo de financiamiento van a tener,
cómo van a acceder a los tiempos de radio y de televisión. Las iniciativas
ciudadanas ya prácticamente están en la Constitución, no requieren mayor
reglamentación, esas podrán implementarse ya”.
- Otra de las reformas que le tocó aprobar desde el Senado
fue el acotamiento del fuero de funcionarios públicos en los casos de procesos
penales en su contra ¿Cuándo la veremos entrar en acción?
- Eso lo aprobamos en el Congreso de la Unión, es una
modernización del fuero, no se elimina si no que se moderniza, se acota
considerablemente. Esta minuta se encuentra actualmente en la Cámara de
Diputados y si la aprueban allá tendrá que ir a las legislaturas de los
estados.
“Consiste en que todos los funcionarios públicos que gozan
de fuero pueden ser sujetos de proceso penal en libertad, continúan en el
desempeño de sus cargos, pero son juzgados y si al final del proceso la
sentencia es condenatoria, entonces la Cámara les quita el fuero y procede a
entregarlos a las autoridades correspondientes.
“Muy diferente a lo que ocurre actualmente, que no empieza a
correr el procedimiento para juzgar a algún funcionario público con fuero si no
lo autoriza antes la Cámara de Diputados”.
- ¿Se abatirá así la corrupción?
- El paso es abatir la impunidad y modernizar una
institución que como el fuero es necesaria para mantener la independencia de
los funcionarios públicos, particularmente los del poder legislativo, pero sin
caer en abusos como ha sucedido en algunas ocasiones.
- Yarrington es el villano de moda ¿Qué pasará con otros
políticos incómodos del PRI?
- En el caso de Yarrington ya hicimos lo consiguiente. La
Comisión Nacional de Justicia Partidaria procedió a suspenderle su militancia,
sus derechos partidarios, en tanto la corte que lo está juzgando en el estado
de Texas y en el juicio que ya está corriendo en México, determinan si es
inocente o culpable. Si es culpable, pues ya se procede a la suspensión
definitiva.
- ¿A Peña Nieto le pesará el pasado de esos priístas
incómodos?
- No tiene por qué pesar eso. El PRI es un partido muy
grande y como los demás partidos tiene gentes que incurren en conductas
incorrectas, pero esos casos no pueden ser representativos de la mayoría de los
integrantes de ese partido, del espíritu, de la identidad.
“Al PRI generalmente se le hacen este tipo de señalamientos de
corrupción, pero si damos un vistazo no es un mal exclusivo de gobiernos
priístas, porque vemos por ejemplo los enormes tiraderos que dejó el PRD en
entidades como Michoacán, como Zacatecas, aquí mismo en las delegaciones
políticas del Distrito Federal.
“O la misma corrupción que existe en algunos gobiernos
municipales y estatales panistas, el caso más fresco en nuestra memoria es el
de Monterrey: la colusión de intereses entre autoridades panistas y casinos.
Lamentablemente se trata de un mal nacional que hay que erradicar y combatir
sin distingos partidistas”.
- Hay quienes piensan que el país ya no resiste ¿Se
continuará permitiendo que pocas familias concentren la riqueza mientras se
ensancha la pobreza en las zonas alejadas y marginadas del país?
- México ha gozado en los últimos años de una estabilidad
política, indudablemente que ha sido un logro importante, que viene desde el
último gobierno priísta y los dos recientes de corte panista, pero nos ha
faltado crecimiento económico.
“El gran reto de la administración que encabezará el
presidente Enrique Peña Nieto es cómo reactivar el crecimiento económico y
volver a generar empleos. Si hacemos que la economía vuelva a crecer, arriba
del 5 por ciento anual, vamos a estar generando mucho más empleos y el país se
beneficiaría reconstituyendo el tejido social, actualmente en descomposición”.
- Ya ganaron ¿Qué va a pasar con el PRI?
- El PRI tiene que prepararse para llevar a cabo una reforma
de fondo. Tiene que hacer cambios en su organización interna, revisar su
plataforma ideológica y abrirse todavía más a mujeres y jóvenes, convertirse en
un partido mucho más representativo de los anhelos de la sociedad.
-¿Qué pasará con los sectores tradicionales que le dieron
vida al partido?
- El PRI tiene una estructura mixta: por un lado la
estructura de corte horizontal que es la que corresponde a los sectores del
partido: el agrario, el obrero y el campesino. Por otro lado la estructura
vertical, que es la territorial, me parce que esta ha sido una feliz solución
de nuestro partido que habrá que preservar en los próximos años, y reactivarlos
desde luego en la alianza histórica del partido con los campesinos, los obreros
y las clases populares.
- ¿los jóvenes que han alzado la voz, que futuro les espera
en el PRI?
- La reforma del partido tiene que abriese a los jóvenes,
tiene que ser todavía un partido mediante el cual los canales de participación
política para los jóvenes sean mucho más amplios. Y también tiene que hacer
cambios en sus procedimientos para hacerle más atractivo a la inmensa mayoría
de población mexicana que es de corte juvenil.
-Una crítica es que el poder se está repartiendo entre los
cachorros de viejos políticos priístas ¿Es sano esto?
- Me parece que pueden haber parientes cercanos a viejos
políticos militando en el partido, y desde luego tienen derechos políticos para
buscar cargos públicos. Muchas veces es más la excepción que la generalidad. Lo
que debe prevalecer es que tengan los mismos derechos de todos para participar,
lo que no deben tener son privilegios sobre otros militantes del partido que
también aspiran a competir en condiciones de igualdad.
- ¿Exageran quienes postulan que regresan los dinosaurios
del parque jurásico?
- Es una declaración que debemos tomar con mucho humor
(rie).
- Retomando el inicio de esta plática ¿sería un mito el
regreso del presidente hegemónico?
- No hay condiciones en México ni políticas ni sociales, ya
ni siquiera culturales para restablecer una presidencia de corte hegemónico,
tiene que haber un liderazgo democrático.
“Una de las cosas que más ha faltado en México en los
últimos años es calidad de liderazgo político, tiene que darse un liderzazo
pero de corte democrático, un liderazgo como proclamó Peña Nieto en el
manifiesto que lanzó como candidato, un liderzazo que respete la división de
poderes, los derechos de los ciudadanos y que lleve al país a la modernización
tanto económica como política”, concluye.