viernes, 16 de julio de 2021

Continúa el seminario “El Congreso que México necesita. Una reforma urgente”

Al continuar el Seminario “El Congreso que México necesita. Una reforma urgente”, diputadas y especialistas analizaron el tema “Ciudadanía Legislando: Participación Ciudadana y Parlamento Abierto”.

 

La diputada Martha Tagle Martínez (MC), organizadora del evento, señaló la importancia de analizar los mecanismos de participación ciudadana que se han dado en el Congreso, toda vez que el parlamento abierto, instrumento muy utilizado en esta Legislatura, ha tenido pocos resultados vinculantes en cuanto a modificar las decisiones que se toman en el Poder Legislativo.

 

Destacó que la Cámara de Diputados tiene entre sus funciones hacer honor a la voluntad popular, por lo que la participación ciudadana es fundamental. “Nos parece que después del proceso electoral, donde cerca de 52.6 por ciento de las y los ciudadanos votaron por diputadas y diputados federales, hay una responsabilidad del Congreso en esta materia”.

 

 Apuntó que es necesario que el parlamento abierto se dé en una apertura desde afuera; sin embargo, para ello se requiere de mecanismos que permitan a la sociedad constatar el trabajo parlamentario, a fin de que exista una efectiva representación política.

 

 Lineamientos del parlamento abierto

 

La diputada del PAN, Laura Angélica Rojas Hernández, expuso que la finalidad del seminario es dejar una iniciativa que pueda heredar la siguiente Legislatura sobre el funcionamiento de la Cámara de Diputados y el tema de la participación ciudadana, dentro de la cual el parlamento abierto es importante.

 

Recordó que esta Legislatura aprobó los lineamientos del parlamento abierto, “siendo la primera vez en la historia que se abordara formalmente el tema”. No obstante, comentó que la pandemia no permitió que esta figura fuera instrumentada, lo que implica la capacitación de secretarios técnicos y presidentes de comisiones.

 

Afirmó que el gran reto será institucionalizar el parlamento abierto en la Ley Orgánica de la Cámara de Diputados, porque este mecanismo no sólo coadyuva a generar mejores leyes, sino que legitima la representación popular, elemento importante para la democracia.

 

Participación de investigadores y especialistas

 

Khemvirg Puente, coordinador del programa de posgrado en Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, dijo que este tema no ha recibido la debida importancia en el Congreso. Se requiere democracia funcional y un piso básico representativo en donde las minorías tengan participación en la toma de decisiones. “El Congreso debe ser eficaz, resolver problemas con independencia y capacidad técnica; un Congreso profesional”.

 

Señaló que “si se quiere que México tenga democracia se tienen que aperturar los procedimientos internos del Congreso para la participación de la sociedad. El parlamento abierto debe girar en torno a todas las funciones parlamentarias y no solo en lo legislativo”.  

 

José Antonio García Morales, de la Alianza para el Gobierno Abierto, dijo que solo unos pocos pueden acceder a los espacios más privados de San Lázaro, lo cual no puede ser. Señaló que el parlamento abierto no debe convertirse en un conversatorio público o en una reunión que simula escuchar a la sociedad porque es un modelo para atender problemas y mejorar los servicios públicos.

 

Explicó que el Congreso tiene una sublínea de estudio que se refiere al parlamento abierto, considerada una institución pública que se tiene que abrir ya que es fiscalizadora del poder público. Esto es muy importante en la apertura gubernamental, pero es el papel que menos ejercen los congresos, señaló.

 

Jacqueline Peschard Mariscal, investigadora titular C del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), consideró que el parlamento abierto es un mecanismo que ha caído en la rutina, porque si bien los ciudadanos participan esto no quiere decir que se construirán mejores productos legislativos.

 

​Añadió que es necesario que el Congreso cambie la percepción que de él tiene la ciudadanía, ya que a pesar de la relevancia política de la labor parlamentaria no hay comunicación fluida hacia la sociedad, lo cual ha minado la confianza popular.

 

La investigadora del programa Gasto Público y Evaluación de Cuentas, de México Evalúa, Lía Álvarez Baeza, consideró que la vinculación con organizaciones civiles, grupos académicos y público en general es importante, pues sus propuestas podrían enriquecer los productos legislativos.

 

Resaltó que es necesario que la Cámara de Diputados tenga un consejo fiscal que se encargue de alinear las políticas hacendarias hacia un enfoque macroeconómico, además de incrementar la capacidad de análisis en el Congreso y fortalecer la gobernanza del presupuesto.

 

Finalmente, Eduardo Bohórquez, de Transparencia Mexicana, dijo que hay un déficit de diseño en los espacios y mecanismos de participación ciudadana, así como en los instrumentos públicos para medir la relación de los ciudadanos con el Congreso. Mencionó que el problema es de cultura política, ya que hay enorme avidez de participación pública.

 

Dijo: “Se pueden sentir orgullosos de lo que han logrado con el parlamento abierto, pocos países lo han hecho. Esta Legislatura adoptó instrumentos que hacen una enorme diferencia; a veces no reconocemos lo que se ha obtenido respecto del parlamento abierto”.

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