martes, 18 de enero de 2022

Compartiendo diálogos conmigo mismo

La poética viviente

 

(El místico resplandor del aire, hará de la humanidad un cauce de sonidos armónicos, dando en sí mismo vida a los movimientos).

 

 

I.-  EN LOS MOMENTOS DE CRISIS

 

La unión es superior al conflicto,

se empequeñece con la unidad;

es menester cultivar la fidelidad,

traspasar el fuego del entusiasmo,

sentirse amor y amar sin medida.

 

Precisamos abrirnos y reabrirnos,

abrigarnos mutuamente sin cesar,

advertirnos abrazados entre sí,

conciliar andares y reconciliarse, 

tanto con uno como con todos.

 

Para alcanzar la plenitud interior,

hay que dejarse querer cada día,

hay que despojarse de miserias,

tener compasión y volverse niño,

y practicar la cercanía del alma.

 

II.- EN LOS SOPLOS DE VIDA

 

La vida te traslada y asciende,

te lleva por si misma adelante,

porque te hace observar y ver:

que el duro quehacer de vivir,

no está en bufar sino en darse.

 

En esa comunión de miradas,

es donde se reúnen los sueños,

que te estimulan a levantarte,

haciendo oír su níveo palpitar,

injertándonos valor para volar.

 

Necesitamos dar continuidad,

persistir en la pureza del verso,

y concebirnos  en lo auténtico.

Dejemos que los soplos divinos,

nos alienten y alimenten de luz.

 

III.- EN LOS DÍAS DE CAMINO

 

Hay que resistir a las corrientes,

por fuertes que sean las lluvias,

no hay que ceder y perseverar,

amparándose en la prudencia;

y junto a Jesús, estrado de bien.

 

Señor que no me olvide de ti,

que no arrincone tu presencia,

que no pase de tu paso jamás;

eres parte de mi vida, por ti soy,

quiero ser tu eterna eternidad.

 

Vivo la esperanza del encuentro,

laboreo con la palabra a diario,

quiero ser parte de tu inspiración;

aspiro a ser el silencio más puro,

en medio de los ruidos nocivos.

 

 

 

 

 

Víctor Corcoba Herrero

No hay comentarios:

Publicar un comentario