Ciudad de México
MINERÍA URBANA
La minería urbana como alternativa para la extracción de
minerales, fue una de las propuestas alternativas surgidas de la mesa titulada
“Mitigación y prevención de la contaminación por actividades extractivas”, como
parte del Foro Desarrollo Urbano y Planeación, en el marco de la Feria del
Libro y Festival Cultura Librofest 2018, en la unidad Azcapotzalco de la
Universidad Autónoma Metropolitana (UAM).
Ahí, se analizó cómo hacer una minería más sustentable al
tiempo de abordarse el tema de la reducción del impacto ambiental de las pilas
y baterías de desecho que contienen alto contenido en metales.
Se concluyó que no necesariamente se deben explotar
yacimientos mineros para la extracción de minerales como el níquel, cadmio,
cobalto, sino implementar e incentivar, en su lugar, la minería urbana,
fomentando así la reutilización y aprovechamiento de los minerales a partir de
las baterías y dispositivos electrónicos ya inservibles.
Esta práctica no sólo reduciría la contaminación, sino
también la necesidad de explotar yacimientos para conseguir este tipo de
minerales.
Desde la Academia se han desarrollado diversos
procedimientos para poder llevar a cabo este aprovechamiento, al tiempo que se
habló de la importancia de industrializar estos procedimientos para hacer
posible el aprovechamiento al máximo y en grandes cantidades de todos los residuos
generados a partir de las baterías y los artículos electrónicos,
incorporándoseles a los procesos productivos o a la distribución de estos
minerales, pudiendo las empresas mineras volver a comercializarlos.
CUERPOS DE AGUA, USADOS COMO RECEPTÁCULOS DE AGUAS
RESIDUALES NO TRATADAS
Otra ponencia de esta primera mesa versó sobre la
contaminación por metales pesados en la Cuenca Alta del Río Lerma del Estado de
México, evidenciando que al no tener consideraciones sobre las capacidades de
carga de los ríos y de los ecosistemas, se favorece la contaminación de los
mismos, perdiendo así los servicios ecosistémicos que estos cuerpos de agua
pueden brindarnos.
En la ponencia se explicó cómo, cuando se conforma una
localidad, al inicio los cuerpos de agua tienen la posibilidad de asimilar las
descargas, pero conforme prolifera la industria y el crecimiento demográfico se
genera una mezcla de diferentes contaminantes como podría ser materia orgánica,
metales pesados y químicos como resultado de los procesos industriales y de las
actividades agrícolas, utilizando estos cuerpos de agua como receptáculos de
muchos contaminantes y ante una situación de escasez de agua, que cada vez se
acentúa más, no nos preocupamos por la contaminación de estos cuerpos de agua que
finalmente podrían ser una fuente importante de abastecimiento, incluso para el
consumo humano.
Se advirtió que no sólo estamos contaminando el medio
ambiente, sino también reduciendo nuestras potenciales fuentes de agua que
pudiéramos aprovechar sin necesidad de invertir tanto para tratarlas.
Uno de los puntos importantes tiene que ver con los
compromisos por parte de la ciudadanía como del gobierno municipal, la
industria y del sector agrícola para que toda el agua utilizada sea tratada
antes de vertirla a los cuerpos de agua y cumplir la normatividad al respecto.
Esto implica, tener conciencia y participación por parte de
estos sectores de la población; del gobierno para vigilar que las descargas de
aguas residuales cumplan con la norma y sancionar a quienes viertan aguas con
residuos sin cumplir la normatividad.
Se mencionó que en otros países cualquier actividad tiene su
propia planta de tratamiento y tratan sus aguas antes de descargarlas a los
cuerpos de agua, con una calidad adecuada, siendo hacia allá donde México
debería dirigirse.
En este punto se hizo un alto para reflexionar al respecto,
porque al no ser tan “taquilleras” este tipo de estrategias, como sí lo es, por
ejemplo, la construcción de una carretera, nadie le apuesta a tratar el agua
residual, sin embargo, ello abona a que posteriormente pueda abastecerse.
ASEA, UN LARGO CAMINO POR ANDAR
La tercera ponencia de esta primera mesa fue sobre el tema
de la Regulación Ambiental en el sector hidrocarburos, en donde se explicó que
como resultado de la reforma energética se creó la Agencia de Seguridad de
Energía y Ambiente (ASEA), que procura evitar impactos ambientales y que las
empresas cuenten con seguros, para tener recursos económicos y actuar en caso
de una contingencia para el saneamiento, de tal manera que con la participación
de las empresas privadas en este sector pudieran garantizarse conductas que no
generan impactos ambientales.
Esta Agencia comenzó a funcionar hace casi tres años por lo
que para hacer una evaluación sobre su eficacia en términos de mitigar impactos
ambientales faltarían como 4 o 5 años, pues recientemente se realizó la
licitación para los contratos de exploración con las rondas -el mecanismo a
través del cual se determina qué empresa extranjera se queda con un contrato de
exploración en materia de hidrocarburos en aguas profundas.
Se subrayó la importancia de que ASEA brinde los incentivos
y recomendaciones correctas, pero también sancione a las empresas
contaminadoras y esas sanciones sean suficientes para recuperar los ecosistemas
ambientales.
REUTILIZACIÓN DE RESIDUOS SÓLIDOS, LA APUESTA
La segunda mesa del Foro versó sobre el tema de la
contaminación por residuos sólidos y los tres ponentes enfocaron sus estudios y
propuestas en la Ciudad de México, como una de las ciudades emblemáticas de los
distintos programas y estrategias para contribuir al mejor manejo de los
residuos sólidos.
Las reflexiones en esta mesa estuvieron orientadas a pensar
que es importante la contribución de la sociedad en materia de la separación
correcta de los residuos, porque cuando se mezclan ya no se puede utilizar el
cartón o el papel, por ejemplo, y eso implica que terminan siendo un residuo
listo para un relleno sanitario en vez de ser aprovechado y reincorporarse a
través de procesos productivos.
Se advirtió sobre la falta de conciencia para revalorar los
residuos por parte del sector privado, gobierno y sociedad civil, quienes ven
el residuo como basura carente de algún valor, pero hay una riqueza enorme por
aprovecharse para generar energía. Por ejemplo, hay un reactor que genera
biogás a partir de la basura, para producir energía eléctrica.
En otros países, se explicó, el 40 por ciento de su energía
proviene de los residuos, siendo ideal que México migrara a esas instancias
para el uso de energías alternativas con las cuales se resuelven dos problemas:
producen energía y reducen la basura generada.
Y aunque la ciudadanía ve el tema de la basura como un
problema a resolver por el gobierno, lo cierto es que es un problema complejo
en el sentido de la falta cultura para disponer los residuos adecuadamente y se
utilicen, incluso, los parques como botaderos de basura.
Por otra parte, se subrayó, es necesario crear incentivos
adecuados para la industria en términos de sus empaques y embalajes, siendo
indispensable se hagan cargo de ellos quienes los producen, por ejemplo, una
embotelladora tendría la responsabilidad de recuperar el envase que genera.
Los ponentes enfatizaron en la urgente necesidad de cambiar
la forma de pensar y la normatividad en cuanto a los empaques y embalajes al
tiempo de advertir que, de continuar con las prácticas actuales de consumo y
producción, esto será un obstáculo para lograr los objetivos de lograr cero
basura.
Mencionaron que otro problema adicional tiene que ver con la
valorización, porque en general, cuando se hace el programa de recolecta, los
sindicatos de limpia se sienten los dueños de la basura y entonces muchos de
los productos que pueden ser valorizados como el pet, aluminio y el vidrio
entre otros, pero hay un proceso de pre-pepena que ellos en sus redes
comercializan, y estos ingresos de aprovechamiento de esos residuos no llegan
al gobierno para poder destinarlos para mejorar las unidades recolectoras,
mejores rutas y comprar más unidades. Es ahí donde hay un problema de prácticas
informales difíciles de modificar.
Sería pertinente pensar cómo vincular a todos esos grupos de
pepenadores para que ello no implique una pérdida de ingresos para ellos, sino
ver cómo se pueden incorporar al propio proceso de aprovechamiento de los
residuos sólidos, de tal manera que se tenga menos impacto ambiental, aunque
advirtieron, el problema es que hay muchos intereses detrás y
desafortunadamente los intereses particulares o del algunos grupos no son
coincidentes con el bienestar colectivo.
CUERPOS DE AGUA CONTAMINADOS POR RESIDUOS QUÍMICOS DE
MEDICAMENTOS
La tercera mesa del Foro tuvo como tema central la
contaminación del agua y se trató de reflexionar de nuevos problemas como la
contaminación de cuerpos de agua por residuos químicos desechados por el ser
humano como la ingesta de medicamentos.
Se explicó que un bajo porcentaje de las sustancias de estos
medicamentos es asimilado por el organismo y el resto es orinado o excretado, y
a ello se debe que se estén identificando nuevos contaminantes emergentes en
los cuerpos de agua, así como en aguas residuales que finalmente terminan
contaminando ecosistemas completos.
En los cuerpos de agua y en las residuales se está hallando
presencia importante de antibióticos, anticonvulsivos, antihistamínicos,
antidepresivos, hormonas, producto de las prácticas de salud.
EL AGUA, NEGOCIO REDONDO
Otro tema abordado en esta tercera mesa fue la contaminación
del agua, en donde se mencionó que después del sismo de 1985, como resultado
del movimiento sísmico, la recomendación del gobierno a la ciudadanía fue
consumir agua embotellada, porque no se sabía si se habían movido las aguas
fósiles, que son las contenidas hasta el fondo de los mantos acuíferos y
contienen una alta cantidad de metales pesados de manera natural.
Sin embargo, a la hora de hacer esta recomendación muchas
empresas privadas dedicadas a la comercialización de agua embotellada vieron un
negocio muy fructífero, porque pagan centavos por el agua que utilizan para
embotellar y por un litro de ella se desperdician en el proceso del embotellado
hasta 70 litros de agua, porque se requiere una cantidad considerable de agua
para fabricar la botella de pet y eso es contradictorio, porque se termina
perdiendo mucha más agua que la contenida en la botella de agua.
Y aunque se reconoció la complicación de echar atrás este
tipo de prácticas y modificar los intereses alrededor de estos sectores, esto
no es imposible, e insistieron en que la apuesta de México debería ser prohibir
la comercialización de agua embotellada y las ganancias de las empresas
embotelladoras de agua deberían destinarse para dar mantenimiento y mejora a
los sistemas de agua y de ese modo garantizar que el agua recibida por los
ciudadanos en sus domicilios cumple con los estándares de calidad, al tiempo de
subrayar que en realidad no se sabe si el agua embotellada cumple o no con la
calidad.
Fue aquí donde se hizo mención de un estudio realizado por
un alumno de la UAM, el cual reveló que muchas de las botellas de agua
embotellada incumplen con la normatividad de calidad y eso se traduce en que
estamos pagando una cantidad muy alta por una supuesta seguridad y no hay tal.
Se reflexionó en torno a los bebederos públicos gratuitos,
medida supletoria a la prohibición de la comercialización de botellas de agua,
beneficiando así a gran parte de la población.
A manera de explicación se dijo que la apuesta sería
regresar al sector público: que las autoridades inviertan y los ciudadanos
tengan disposición de pagar el servicio de agua potable, pero en contraparte
que los sistemas de agua garanticen su calidad, para tener confianza y dejar de
comprar agua embotellada que termina contaminando, y en manos de trasnacionales
privadas que no regresan al país esa riqueza, enriqueciéndose a costa de los
mexicanos.
Otra problemática abordada fue la contaminación de la industria
textil de mezclilla en el Río Atoyac, la cual utilizan un componente
recalcitrante, el índigo carmín, difícil de remover de las aguas residuales.
CONFORT Y VIVIENDA SUSTENTABLE
La mesa cuatro versó sobre el tema de Confort y Vivienda
sustentable, aquí las discusiones estuvieron centradas en cómo a partir del uso
de técnicas de construcción incluso tradicionales y cómo por el simple hecho de
orientar los edificios, podemos tener un menor impacto ambiental aprovechando
la iluminación, la ventilación, así como las propiedades térmicas de los
materiales, de tal manera que no se requieran ventiladores ni climas, ni
utilizar la luz por muchas horas al día.
La reflexión fue repensar cómo se están haciendo las
edificaciones en la Ciudad de México y realmente comenzar a promover estas
construcciones bioclimáticas donde se aprovechen las condiciones naturales.
HACIA UNA REALIDAD INSOSLAYABLE
En la quinta mesa se abordó el tema del cambio climático y
los compromisos que en este sentido tiene México, sobre todo tras la firma del
Acuerdo de París donde cada país presenta sus compromisos y contribuciones
nacionalmente determinadas para reducir la emisión de gases de efecto
invernadero, cantidad de energía que se produce por hidrocarburos y la que se
producirá por fuentes alternativas y limpias.
En este marco, una de las apuestas de México fue contribuir
en la reducción del carbono negro, un contaminante de vida corta que está en el
ambiente unas cuantas horas, hallándose en micropartículas que terminamos
respirando todos.
De este contaminante tiene importante incidencia su control,
no solo por su carácter térmico y por lo tanto de cuánto contribuye al
calentamiento global y su incidencia en la salud, siendo la apuesta del país
identificar estrategias para el control y reducción del carbono negro y a
partir de ello poder contribuir a mitigar las consecuencias de la
contaminación.
Muchas estrategias de estas contribuciones implican
eficiencia energética (consumir menos energía); hacer la transición de
hidrocarburos a combustibles alternativos; ver cómo se contribuye al secuestro
de carbono a partir de la conservación de los bosques y tratar de recuperar las
hectáreas de bosque se han estado perdiendo porque éstos son sumideros de
carbono.
En el Acuerdo de París, se explicó, en aras de sumar la
mayor cantidad de naciones se firmó no como un acuerdo vinculante, es decir,
los compromisos que asumen quedan suscritos en un acuerdo de voluntades, no hay
sanción ni consecuencia de que no lo hagan, siendo lo preocupante que con todas
estas cartas de buenas intenciones de los países adheridos al Acuerdo de Paris,
no son suficientes para evitar que el calentamiento del planeta sea inferior a
los 2 grados centígrados punto clave para evitar impactos catastróficos e
irreversibles, pues hay estimaciones que aun cumpliendo los países con sus
compromisos, la temperatura aumentará 2.9 grados centígrados, rebasando así la
línea de inflexión.
A manera de conclusión, los ponentes de este Foro expresaron
que la negación rotunda de reconocer que nosotros estamos contribuyendo a la
contaminación y a acelerar el cambio climático a través del cambio de uso de
suelo, la quema de combustibles fósiles, los patrones de consumo y de
producción, nos aproxima cada vez más a tener que afrontar las inminentes
consecuencias que ello nos traerá.