jueves, 6 de marzo de 2014

Columna

Péndulo político (reflexión)
Por: Emiliano Mateo Carrillo Carrasco

La corrupción al alto nivel del poder público:

“Los gobiernos, las formas de Estado, las opiniones, los hombres cambian, todo se precipita y desaparece en ese furioso torbellino del cambio de siglo, sólo uno se queda siempre en el mismo sitio, al servicio de todos y de todas las ideas” Joseph Fouché. Las tres funciones esenciales del  Estado mexicano: Legislativa, La Administrativa y La Jurisdiccional. Estas tres funciones no pueden, de ninguna manera, desvincularse o separarse.  Sino que deben estar conexas o interdependientes como actividades de un todo que las involucra, es decir, el poder público. Afirmar lo contrario nos llevaría al absurdo de que dentro del orden estatal existen tres poderes o soberanías.


La doctrina de la división de poderes se debe entender como la separación, no de las funciones en que el poder público se traduce, sino de los órganos que lo integran para evitar que se concentre en uno solo. Las funciones del Estado, son todas aquellas que su Constitución y las leyes emanadas de la misma le confieren, y; sólo podrá realizar los actos que le faculten los ordenamientos legales antes citados. El principio de la división de poderes, constituye uno de los fundamentos de todo régimen democrático, en cuanto que los poderes en su actuación están frenados por los otros poderes, están limitados por el derecho: Articulo 1.- de la constitución la medula del Estado mexicano: Artículo 1o. En los Estados Unidos Mexicanos todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado Mexicano sea parte, así como de las garantías para su protección, cuyo ejercicio no podrá restringirse ni suspenderse, salvo en los casos y bajo las condiciones que esta Constitución establece.  Las normas relativas a los derechos humanos se interpretarán de conformidad con esta Constitución y con los tratados internacionales de la materia favoreciendo en todo tiempo a las personas la protección más amplia. Todas las autoridades, en el ámbito de sus competencias, tienen la obligación de promover, respetar, proteger y garantizar los derechos humanos de conformidad con los principios de universalidad, interdependencia, indivisibilidad y progresividad. En consecuencia, el Estado deberá prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones a los derechos humanos, en los términos que establezca la ley. Reformado 10 junio del 2011.

En la década de los  80´s nace el neoliberalismo  respaldado  por grandes corporaciones financieras  y los próximos Mandatarios educados en las escuelas de Harvard y Yale, donde es más fácil dominar una conciencia que un pueblo, en los tiempos de Zedillo y de Salinas, para promocionar los famosos cambios y relaciones que se deberían mantener con los gringos por medio de tratados, donde ellos, si se han beneficiado y con negocios que les han dado mucho que ganar, las reformas constitucionales en pleno acaparamiento de los litorales, recursos naturales, explotación humana. Los principios de la justicia son: La libertad: requiere que la estructura básica ofrezca al ciudadano un esquema de libertades básicas libertad de pensamiento, de expresión, de asociación, salario, oportunidad de desarrollar mi proyecto de vida, etc. La diferencia: permite las desigualdades sólo cuando beneficien al grupo social menos aventajado. Ante las décadas de paciencia del poder financiero y en momento justo de  consolidar  los proyectos del estado neoliberal-económico que les permita desplazar al estado de bienestar.

La iniciativa quedó diseñada para atraer a inversores privados a operar de forma independiente en el país o asociarse con Pemex mediante contratos de servicios, de ganancias y de producción compartida, así como a través de licencias. Con el objetivo de que México asuma pactos con particulares nacionales y extranjeros para la producción de hidrocarburos, la reforma modificó los artículos 25, 27 y 28 de la Constitución, y finalmente resultó una apertura mayor que la comprendida en la primera propuesta de Peña Nieto. 

Al mismo tiempo, representó un cambio radical con respecto a la legislación vigente desde el siglo pasado, cuando el presidente Lázaro Cárdenas nacionalizó la industria energética y estableció que esa actividad sería exclusiva del Estado. Al promulgar la iniciativa, Peña Nieto señaló que con ella se garantizará la propiedad de la nación sobre Pemex, la CFE, los hidrocarburos y la renta petrolera. Con la energética se abre una nueva etapa para el desarrollo, expresó el gobernante, esto en base a la leyes secundarias que permitirán su operatividad y funcionalidad del como y para que estas normas fueron objeto de las reformas en la búsqueda del bienestar  común.


Las acciones del Estado mexicano de grandes negocios de dos sexenios de la ultraderecha panista, donde la función pública como eje de grandes negocios, concesiones, involucrados  los estados políticos e empresariales, que hoy están en su cuartel den el estado de Guadalajara, una vez más regresaron a su cuño con el PRI.  Los cambios a las leyes en materia de energía fueron un traje a la medida para las trasnacionales. El futuro es sombrío, pues lejos de bajar, los precios de la electricidad, la gasolina y el gas irán en aumento. A merced de las corporaciones extranjeras estará la economía de los millones de familias mexicanas. “Lozoya Austin tiene la obligación de informar cuál fue el papel de Pemex en este horroroso desaguisado que destapa todo el estercolero de los gobiernos de Fox y Calderón.  La Procuraduría General de la República (PGR) aseguró ya a Oceanografía. El fraude a Banamex podría ascender a los 360 millones de dólares en créditos, relacionados con el otorgamiento de fianzas previstas en la normatividad en materia de contrataciones públicas, relacionadas con Pemex. 

Y firmadas de puño y letra por funcionarios de la paraestatal. La denunciada corrupción en las operaciones de la empresa Oceanografía, la preferida de Pemex en los gobiernos panistas por mandato de Martha Sahagún y sus hijos Bribiesca, y el escandaloso fraude al CitBank (Banamex) tendría que poner a reflexionar a los legisladores mexicanos, que hasta ahora pareciera que se están haciendo tontos con el asunto de la creación de la Comisión Nacional contra la Corrupción, uno de los compromisos, hasta ahora no concretados, del presidente Peña Nieto. “Francisco Gómez Maza”. Ante  la falta de consenso social e imposición de imponer la ley implicaría un intento de violar la libertad, la dignidad personal o la misma esencia humana de los miembros de la sociedad. Para todo hombre que vive en un medio social, la libertad personal significa no ceder en su pensamiento o voluntad ante ninguna libertad que no sea su propia razón o su propia idea; es decir, no reconocer otra verdad que aquella a que el mismo ha llegado y no someterse a otra ley que no sea la aceptada por su propia conciencia. La libertad no significa la libertad del hombre respecto de las leyes inmutables de la naturaleza y de sociedad, si no la capacidad de emanciparse gradualmente del mundo endógeno y exógeno, con la ayuda del trabajo racional y, que significa el derecho del hombre de disponer de sí mismo y actuar a sus propias convicciones, derecho que se opone a las exigencias autoritarias y despóticas de cualquier otro hombre, grupo, clase o sociedad global.