- Han sido galardonados en cada uno de los cuatros Premios Nacionales del Transporte y la Movilidad; el 5º Premio cierra este 11 de abril
México, D. F., a 1 de abril de 2014.- El Congreso
Internacional del Transporte (CIT) que organiza la Asociación Mexicana de
Transporte y Movilidad (AMTM), ha servido no sólo para que los alumnos de la
Escuela Superior de Ingeniería Mecánica y Eléctrica (ESIME) del Instituto
Politécnico Nacional (IPN), participen en el concurso, sino al acercamiento de
los estudiantes con las empresas del sector, una relación necesaria para lograr
apoyos en los proyectos de investigación y desarrollo, además de laborales.
El Ingeniero José Ángel Mejía Domínguez, subdirector
académico de la ESIME, destaca que la escuela ha participado de manera activa y
destacada en los cuatro Premios Nacionales de Transporte y Movilidad anteriores
y que, derivado del concurso, han logrado vincularse con empresas y también con
organizaciones de la sociedad civil.
Por cierto, el 5º
Premio Nacional de Transporte y Movilidad que convoca a personas físicas o
morales a presentar proyectos o ensayos inéditos sobre el transporte urbano y
la movilidad, aplazó su fecha de cierre al 11 de abril y los interesados
todavía pueden participar con sus trabajos, con el fin de hacerse ganadores de
los 50 mil pesos, para proyectos de innovación tecnológica y 25 mil para el
ensayo de mejora en la movilidad en el transporte urbano.
Hemos participado con proyectos de lo que realiza la propia
escuela y cada año hemos obtenido el primero o el segundo lugar, explica Mejía
Domínguez, quien recuerda que el primer año presentaron el prototipo de un auto
movido con energía solar, para que pudiera circular en la zona hotelera de la
Ciudad de México.
Posteriormente lograron ser premiados por un cambio de
velocidad automático propuesto para tráiler; en el tercer premio con un
proyecto interdisciplinario donde participaron varias escuelas y el año pasado,
por primera ocasión, obtuvieron los honores jóvenes ajenos a la carrera de
ingeniería y diseños automotrices. Esta ocasión fueron ingenieros en
comunicaciones y electrónica con un dispositivo electrónico que buscaba generar
ahorro en combustible.
Pero, además, se lograron pláticas con las empresas Hyundai
y Dina para ver si se podía integrar el prototipo, así como un acercamiento
para estancias industriales y de trabajo para los muchachos en la misma
empresa.
El ingeniero Mejía Domínguez, recuerda que en los proyectos
generados por los politécnicos se avanza pero no se completa para aterrizarlos,
por lo que asegura, falta más vinculación entre los centros de investigación y
las empresas. “Necesitamos que las mismas empresas confíen en lo que se va
desarrollando. Son investigaciones que en estos acercamientos han tenido la
característica que son cosas propuestas por los jóvenes, pero no son retos
propuestos por empresas, que quizá nos pudieran poner un reto más particular”.
Agrega que el Congreso Internacional del Transporte (CIT)
para nosotros es enriquecedor porque hay cosas a lo mejor son desconocidas. El
congreso ha ido creciendo al darle más cabida a la parte académica, esas
charlas técnicas han incrementado la presencia y logrado un congreso de la vida
real y otro académico. Entonces, el joven que entra a la parte donde se dan elementos
técnicos y luego se mezcla a la parte comercial y la parte del mundo donde se
lleva a cabo realmente lo que le ocurre a las unidades —porque no es nada más
armar carros—, nos da otro panorama”.
A la vez, revela el subdirector académico de la ESIME “a
nosotros nos permite el vínculo y poder trabajar con empresas; el simple hecho
de poder colocar jóvenes en empresas, desarrollar proyectos con otras como con
Bosch, desde pruebas simples hasta simulaciones de otros sistemas, es muy
enriquecedor”, además de que “hemos logrado también relacionarnos con grupos de
la sociedad civil con las cuales tenemos una relación diferente, como una
asociación de Naucalpan que nos pidió un estudio sobre la iluminación en su
área, derivado de nuestra participación en el CIT”.
Corredor Insurgentes SA de CV, nació como empresa privada de
transporte, el 8 de octubre de 2004, con capital 100 % mexicano. Los actuales
accionistas son los concesionarios individuales que conformaban la Ruta 2 y
cubrían el servicio sobre la Avenida de Los Insurgentes, los cuales con el
objetivo de incorporarse a este proyecto, decidieron sustituir su concesión
particular y conformarse en empresa.