- Por si fuera poco el asombro, dichos asnos adelantados, además de analfabetas funcionales, también hablan varias lenguas, entre ellas el chino mandarín.
Por Ernesto Alonso López
CriticaPolitica.MX/ @Critica_Politik
En la información, en general, no hay respeto por lo formal
y existe una ausencia total de respeto por lo profundo. Las dinámicas son las
lógicas de la presión y la inercia de la inmediatez.
La información, en la mayoría de los casos, es ruido de la
comunicación: mediático, distractor. Información descontextualizada. Nadie
cuenta de lo de ayer. Lo de ayer no importa, si lo de hoy es lo inmediato.
Nadie quiere analizar lo de ayer y lo que nos llevó al hoy.
¿Para qué analizar?... ¿Para qué usar esa parte de la mente
que nos permite unir puntos aparentemente inconexos y hacer abstracción?...
¿Abstra... queeeé?... Así es. Abstracción.
Es algo así como un burro que habla y justifica la
desaparición, tortura y crimen de 43 estudiantes y dice que no hay que olvidar
por qué sucedió, para que ya no vuelva a suceder, pero su principal
preocupación no es el abominable suceso, (opus cit.), sino la imagen que damos
al mundo. ¿Damos?.. Das lástima, mano. Ahora, sí que como dijo otro analfabeta
funcional: ¿y yo, por qué?... O que esto se convierte en una comedia de humor
negro chocantísima cuando Zedillo, el de Acteal, le dice Peña: estamos muy mal
en estado de derecho. Ah, carajo, y estos… ¿qué saben de eso?...
Que vayan todos agarrados de las pezuñas y le rebuznen a
Human Rights Watch su teoría coopérnica de los derechos humanos y respeto al
estado de derecho, porque seguramente acaban de descubrir el agua hervida, el
hilo negro, el "know how" de los regímenes totalitarios. Eso, señoras
y señores, merece un premio Nobel y también que les den las gracias por sus
servicios prestados a la nación y se vayan a vivir plácidamente en la sede del
poder, la Casa Blanca, que en realidad son sus patrones, beneficiarios y principales
benefactores.
Bueno, al respecto no hay que culparlos tanto, porque es
cierto, cada pueblo tiene los líderes políticos que se merece, pero no hay mal
que dure cien años, también ha dicho el pueblo, el mismo pueblo que tildó a un
cura, que ha padecido la persecución que sufrió Cristo, de afirmar cosas
inconcebibles. Y es que lo inconcebible
es que los que se ponen de acuerdo con los de allá, para desaparecer no nomás a
43, sino a toda una nación, si les da la gana, es que sigan ahí tan campantes y
sonrientes, con la cínica impunidad que los cobija el sistema putrefacto al que
defienden.
¿Y de qué sirve llamar putrefacto a lo putrefacto, si no hay
nadie que recoja políticamente, con un poco de vergüenza una añeja demanda de
justicia, por los 43 y los del 68 y los del 71 y los periodistas?... Y así
podemos seguir... hasta China.