En menos de diez días inicia el ejercicio Constitucional e institucional de las “nuevas administraciones” municipales en el Estado de México, en consecuencia es fundamental subrayar algunas expectativas que esto implica, particularmente en el contexto del dominio del PRI –más del 76% de 125 municipios- y la envidiable posición política que registra el Gobernador de la entidad federativa en cuestión – al propósito de una mayoría absoluta en la integración de la LVII Legislatura Local a partir del 5 de Septiembre del 2009-; no obstante que para la ciudadanía es importante, también es necesario subrayar que lo que viene puede no ser efectivamente del mejor agrado para el gran elector e incluso para inconfundibles actores políticos, veamos:
1.- Se plantea como estrategia central promover la cultura de la racionalización del gasto público, en consecuencia se debe potenciar los recursos financieros limitados, al mismo tiempo, sin más burocracia e incorporando verdaderos expertos en materia municipal, que orienten su actuar en el correcto manejo de los recursos. Así el actual presidente del CDE del PRI en el Estado de México, Ricardo Aguilar Castillo, plantea: “Los gobiernos municipales entrantes tienen el deber de integrar una administración con perfil profesional, con conocimiento de la realidad municipal y con alto sentido de responsabilidad, para que desde el primer día den resultados”.
Y es así ante el indudable escenario de conurbación y desarrollo de la megalópolis, tan solo en la entidad federativa mexiquense se reúnen dos Zonas Metropolitas que conjuntamente integran 20.8 millones de habitantes: la del Valle de México y la de la Ciudad de Toluca.
Además los municipios presentan un problema de ministración de las PARTICIPACIONES FEDERALES, según la SHCP, donde el Estado de México, al que se le recorto más de 5 mil 814 millones 648 mil pesos, es superado en ese orden por Guerrero, Guanajuato y Michoacán, ya que los recortes en porcentajes oscilan de 22% a 25.5%, sobre el promedio nacional de 20.8%; mientras que a Tabasco se le afecta en un 12.1%. Ante tal circunstancia se optó por “adelantarles” los dineros, 25% de las participaciones federales a que tienen derecho hasta el término de su gestión en los siguientes dos años, a través de créditos que deben pagar con réditos ante el Banco Nacional de Obras y Servicios Públicos.
Mientras que sobre el particular Querétaro está pidiendo su participación en el fondo de estabilización petrolera; Aguascalientes está recurriendo al crédito privado; el Distrito Federal está exigiendo por la vía judicial equidad en el reparto. Sin duda nuestra entidad, el Estado de México, recurrirá a su “vocación política y negociadora”. Sobre todo al saber que muchos de sus municipios se “acostumbraron” a vivir prácticamente de dichas participaciones federales, ante la incapacidad de recaudación propia y plena corrupción tolerada en los últimos 12 años.
2.- Por tanto la Gestión Pública Municipal, a partir del 18 de agosto del 2009, debe orientarse en un nuevo contexto donde predomine la economía gubernamental; la ética pública y la transparencia; la evaluación de resultados e impactos de organizaciones y programas públicos (en que, por ejemplo, el valor público sea medible con técnicas de evaluación de efectividad); la gestión estratégica de recursos humanos en organizaciones públicas (siendo relevante la competitividad – competencias en el servicio profesional y mérito -, gestión de alto rendimiento y, por tanto, productividad); gestión de proyectos en ámbito público, así como planificación y rendición de cuentas por resultados; gestión de las políticas ambientales y redes institucionales, entre otras líneas más que caractericen las “nuevas administraciones públicas municipales” en el Estado de México.
Solo así es comprensible el argumento reciente que expreso el actual Gobernador mexiquense: “Si los tres niveles de gobierno proponemos metas comunes y compartimos esfuerzos, será más fácil lograr los propósitos que nos hemos trazado y esa será la mística en la que este gobierno trabajará en lo que resta de su administración”.
No obstante, a dichas expectativas la pregunta incomoda es necesaria; ¿estarán en la misma frecuencia política del Gobernador los nuevos ediles y los “cuerpos” administrativos de cada uno de los municipios de la entidad federativa, por lo menos donde el PRI ahora será gobierno; los funcionarios públicos, como plantea el legado Juarista, gobernarán con sujeción a la ley, impulsados en la voluntad del soberano, consagrados a su trabajo, sin disponer de las rentas y con responsabilidad?. Estamos solo a unos días de constatar si así será.
ALEJANDRO TAPIA GONZÁLEZ.
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