sábado, 19 de octubre de 2013

Campesinos piden a EPN ser incluidos en los proyectos económicos alrededor de la Mazatlán-Durango

  • Los campesinos entregan tercera solicitud de audiencia al gobernador Jorge Herrera Caldera de Durango que no lo ha querido recibir; la siguiente semana lo harán al de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda


Durango, Dgo.- Al finalizar ayer la inauguración del último tramo por abrir de la Supercarretera Mazatlán-Durango, los ejidatarios de los 32 núcleos agrarios que conforman el Movimiento por la Justicia Agraria en Sinaloa, Durango y Nayarit entregaron en propia mano al presidente Enrique Peña Nieto una petición con tres puntos, entre los que se encuentra su inclusión en el desarrollo de la zona, misma que ha recibido el Gobernador de Sinaloa y harán extensiva a los de Durango y Nayarit.

Los tres puntos del pliego petitorio que entregó Andrés Medrano Quiñones a nombre de los campesinos son los siguientes:

1.- Que la concesión administrativa de la supercarretera que une a Durango con Sinaloa, se otorgue a título no oneroso a los dos estados para que la renta adquiera carácter social y contribuya para el fomento educativo, de salud, deportivo, cultural y generación de empleos de los habitantes de citadas entidades, toda vez que la inversión de más de 28 mil millones de pesos la realizó el Gobierno Federal.

2.- Incluir a los campesinos por donde pasa la Supercarretera Mazatlán-Durango en las políticas gubernamentales de Fomento Económico, Turístico, Ambiental, Humano y Ecológico, de tal forma que sean incluidos de los beneficios de la nueva y moderna vía carretera.

3.- Que toda vez que la Supercarretera ya está construida, se les pague el valor de sus terrenos antes de que inicie el proceso administrativo de expropiación para no volver a ser engañados como ya ocurrió en los dos gobiernos anteriores a la hora de iniciar la construcción de la obra.

“No queremos correr riesgos inoportunos, irresponsables, oportunistas o violentos que pongan en riesgo los acuerdos alcanzados al día de hoy para los pagos de nuestras tierras y para el pago de los daños y perjuicios que estas obras públicas ocasionaron para siempre en nuestro patrimonio familiar y campesino”, expresaron en el escrito.

En el documento los campesinos de los tres estados reconocieron que “en Sinaloa se ha venido incluyendo a los dueños de la tierra de las comunidades y ejidos por dónde camina la supercarretera, en la elaboración de las futuras políticas publicas gubernamentales para el turismo”, a través del gobernador Mario López Valdez, quien ayer mismo al finalizar el evento de inauguración les dijo que cumplió su promesa hecha el lunes pasado: “Misión cumplida. Ya le entregué el documento al presidente de la República” y les reiteró que tienen audiencia abierta.
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No así Jorge Herrera Caldera, Gobernador de Durango, quien ayer mismo se negó a firmar el documento antes dicho. Por esa razón, hoy los campesinos representados por José Luis Coria Quiñones se presentaron a las oficinas del mandatario estatal para solicitar una reunión por tercera vez, la cual se suma a las de los días 8 de abril y 8 de mayo pasados que no fueron respondidas.

“Queremos que se nos promueva en la inclusión económica y productiva que el bloque de los siete estados empujará para transformar” los actuales “modelos económicos, públicos, políticos, sociales, productivos, culturales, educativos, administrativos y hacendarios”, expresaron en el escrito.

Con el mismo fin, los campesinos formalizarán la próxima semana una solicitud de audiencia al gobernador de Nayarit, Roberto Sandoval Castañeda, por donde corre la autopista Tepic-Mazatlán.


Al finalizar el escrito entregado al Presidente de la República tras la inauguración del último tramo de 61 kilómetros, realizado en el poblado de El Coscomate del Ejido Chavarría Nuevo, los campesinos fueron muy enfáticos al expresar: “Lic. Enrique Peña Nieto: con el mayor de nuestros respetos y a nombre de nuestros compañeros de Nayarit, Sinaloa y Durango le solicitamos que cuando la SCT de su gobierno nos proponga los valores para pagar nuestras tierras ejidales y comunales, así como lo referente a los daños y perjuicios, no nos quieran tratar como a los perros de boda en los ranchos: en donde hay mucha comida y los corren a patadas”.