- Documentar que se respeten los derechos humanos de todos los actores durante las manifestaciones debe ser responsabilidad de la CDHDF
México, D, F.- “El papel de la Comisión de Derechos Humanos
del Distrito Federal tendría que ser de mediación, de diálogo, dejar claro que
así como hay mecanismos de respeto a las manifestaciones públicas, también hay
derechos que no son absolutos, hay derechos que hay que debatir y eso le toca a
las legisladoras y los legisladores, pero la Comisión puede ayudar en la
fundamentación de estándares internacionales”, afirmó Rosy Laura Castellanos
Mariano.
Durante su audiencia ante los diputados de la Comisión de
Derechos Humanos de la Asamblea Legislativa para que conocieran sus propuestas,
dijo que la Comisión entra como una posición realmente de conocimiento, de
mediación antes que de recomendación; las recomendaciones son muy importantes,
pero tiene que haber un canal en el que se discuta previamente, que se hagan
acciones previas de la Comisión para llegar a un entendimiento”.
Al ser cuestionada sobre su postura, con respecto a las
manifestaciones que día a día se llevan a cabo en el Distrito Federal y que han
alterado la vida cotidiana de comerciantes y trabajadores de esta ciudad,
Castellanos Mariano señaló que los derechos no son absolutos, los derechos
también entran en colisión, “en cuanto a las marchas, en este espacio público
hay una convivencia que de pronto puede resultar muy difícil de comprender,
porque hay gente que tiene demandas muy concretas y que ha aprendido que la
capital es un referente para avanzar, para que sea escuchado, por ahí hay entonces
un mecanismo que tendría que utilizarse que son las redes y comisiones
mediadoras que permitan llegar a acuerdos con esta población y que permita
ayudar a coadyuvar las resoluciones de lo que esta población está viviendo”.
“Por otro lado —indicó—, hay una población que también
merece el libre tránsito, que también merece una ciudad cada vez más amable,
cada vez menos violenta, entonces ahí también ellos tienen derechos, es
precisamente aquí en donde la CDHDF tendría que encontrar puntos de acuerdo a
pudieran permitir a cada uno de los actores, en su conjunto una toma de
decisiones a partir de una percepción de derechos”.
Rosy Laura destacó que ya existe un avance con las reformas
constitucionales, las cuales dan lineamientos muy completos y también complejos
para tener elementos en la toma de decisiones, porque finalmente es la
aplicación del poder y la mediación en el poder para que este se ejerza
conforme a los derechos humanos y que cumpla con los estándares de democracia,
de justicia, de resolución, de exigibilidad y también de resarcimiento de los
daños.
Un punto fundamental que destacó Castellanos Mariano, es que
la CDHDF debe estar en las calles: “la sociedad civil no puede arriesgarse a
estar en las calles sola, la comisión debe estar ahí, debe estar con sus
chalecos protectores, con sus casco protectores, pero dando acompañamiento a
los mecanismos que la ciudadanía quiere echar a andar para observar cómo se
cumplen estos derechos en las calles”.
La aspirante a dirigir la CDHDF, reiteró que el organismo
debe pasar a una siguiente etapa y ser mucho más proactiva; es decir, tener una
posición mediadora, conciliadora, salir a las calles, hablar con las partes,
además de preparar cuerpos especiales de mediación y actuación en momentos de
contingencia.
La propuesta de Rosy Laura Castellanos Mariano para dirigir
la CDHDF está trazada en seguridad y democracia; grupos en condiciones
vulneradas; vida digna; cultura en Derechos Humanos y política pública con
enfoque de derechos humanos. Así como en un ejercicio con transparencia y
rendición de cuentas.
Finalmente, Castellanos Mariano, feminista, de ascendencia
indígena, con una amplia experiencia en el terreno internacional en la
resolución de conflictos en campo —a donde fue enviada por las Naciones Unidas
a Centro y Sudamérica—, reiteró que lo mejor que le puede pasar a la CDHDF en
estos momentos es que se fortalezca a la par de dar continuidad a lo que ya
está bien cimentado.