México, D. F., a 13 de diciembre de 2012.- El diputado César
Daniel González Madruga presentó la Ley de Protección de los Derechos del
Peregrino, con la finalidad de convertir a las zonas de culto religioso en la
ciudad de México no sólo en lugares de práctica de la fe con todas las
salvaguardas de seguridad físicas, legales y de derechos humanos para quienes
allí acuden, sino también en una oportunidad para favorecer el desarrollo
cultural y turístico hasta llegar a convertirlos en centros de peregrinación
planificados.
Tan sólo la Basílica de Guadalupe, mejor conocida como el
Santuario de La Villa, recibe cada año entre 14 y 20 millones de peregrinos,
cifra inmensamente superior a la afluencia de fieles a los lugares de adoración
religiosa de Europa, donde todos en conjunto llegan a sumar 25 millones de
feligreses. Sólo para las celebraciones de éste 12 de diciembre la cifra de
visitantes superó los 9 millones.
La propuesta presentada por el legislador del PAN, con el
respaldo de 74 mil 420 firmas de fieles en tránsito, busca favorecer a un
número de visitantes superior al del turismo convencional —alrededor de los 7
millones—, y gira en torno a la creación de la Oficina de Atención a
Peregrinos, el Consejo de Atención a Peregrinos del Distrito Federal y el Fondo
Estatal de Asistencia al Peregrino.
En su presentación, el diputado González Madruga destacó la
importancia de la ciudad de México no sólo para los fieles de la religión
católica que engloba, además de la Basílica de Guadalupe, al templo de San
Hipólito donde se venera a San Judas Tadeo, sino también otros lugares para la
comunidad judía o las concentraciones de los 64 grupos indígenas existentes en
el país, quienes se reúnen en el Ajusco o el Cerro del Xitle, entre otros.
“El turismo motivado por la fe, puede representar una
oportunidad considerable para el desarrollo de actividades turísticas, ya que a
diferencia del turismo tradicional, este es recurrente al sitio en un periodo
de tiempo menor y por lo tanto resulta ser un turismo más fiel a los sitios de
visita”, argumentó el legislador, quien agregó que hoy en la ciudad se protegen
más las marchas y plantones que a los peregrinos.
Recordó que la ciudad de México se formó precisamente tras
una larga peregrinación de los mexicas hacia el Valle de México, la cual
terminó en 1325 al llegar al islote donde identificaron los símbolos de la
tierra prometida: fundarían una gran civilización en una zona pantanosa en la
que vieran un nopal sobre una roca y sobre él un águila devorando una
serpiente.
Cada año los centros de culto religioso reciben entre unos
220 a 250 millones de persona. Se estima que sólo en Europa, alrededor de 30
millones de cristianos, sobre todo católicos, dedican sus vacaciones (o una
parte de ellas) a realizar una peregrinación. Aparte de católicos del rito
romano y oriental, peregrinan fieles de la iglesia ortodoxa, del judaísmo e
islam.
González Madruga expuso que a estos grupos de visitantes, en
diferentes centros de peregrinación, principalmente en Europa, se han agregado
servicios diversos, motivando una mayor estancia de los peregrinos en estos
lugares, como son museos, recorridos especiales y actividades alternas.
En los principales centros de peregrinación de Europa se han
desarrollado productos turísticos y conformado una serie de servicios, en base
a sus recursos patrimoniales naturales como culturales. Han creado, pueblos o
podríamos llamar "mini ciudades", haciendo que el visitante tenga la
sensación de estar en un sitio especial, incrementando su estancia y la
consecuente derrama económica.
El diputado panista explicó, por ejemplo, como en la India
tienen un fideicomiso del gobierno; en la Mecca, existe una institución
gubernamental para apoyar a los cuatro millones de peregrinos, mientras en el
Camino de Santiago de Compostela cuentan con un pasaporte y las estancias y los
albergues cuentan con una catalogación y seguridad.
Entonces, la iniciativa busca “fomentar y regular los
derechos de los peregrinos, y a través de éstos ayudar a promover el desarrollo
de las economías regionales, y contribuir a incrementar la actividad turística
en el territorio nacional, respetando las creencias, tradiciones y valores
religiosos y culturales de los individuos, fomentando, promoviendo y
defendiendo las peregrinaciones y tradiciones en todas sus dimensiones,
especialmente en sus componentes espirituales y humanísticos”.
Además de la protección de los derechos humanos de los
peregrinos, se les prestarían los de hospedaje, cobija y comida hasta por tres
días en los albergues públicos; asimismo, los comedores se expenderían
alimentos de fácil preparación y que representen un bajo costo de producción y
precio accesible. Sin faltar servicios médicos básicos y de radiocomunicación a
las centrales de servicios hospitalarios; teléfonos para larga distancia;
servicio mecánico que pueda auxiliar a los transportes utilizados por los
peregrinos, módulos de información turística y general, con lo cual propiciar
posicionar otros servicios y/o lugares que estén en torno al espacio y que se
puedan identificar con el mismo.
También la supresión de barreras físicas en los ámbitos
urbanos arquitectónicos y del transporte que se realicen en los lugares objeto
de esta Ley, a efecto de que remodelen o sustituyan en forma total o parcial
sus elementos constitutivos con el fin de lograr la accesibilidad para las
personas con capacidades diferentes o movilidad reducida.
Se creará la Oficina de Atención a Peregrinos, adscrita a la
Secretaría de Turismo del Distrito Federal, mediante la cual se busca también
promover la agrupación de los peregrinos en asociaciones, federaciones, clubes
u organizaciones similares; su inscripción voluntaria en el Registro de
Peregrinos del Distrito Federal y la planificación de la promoción y difusión
del turismo religioso en el Distrito Federal, tanto en el ámbito doméstico como
en el internacional, así como organizar, auspiciar y difundir ferias,
encuentros, espectáculos y reuniones con el objetivo de difundir el turismo
religioso.