viernes, 14 de diciembre de 2012

Propone González Madruga ley para proteger a peregrinos

Además se les prestarían los servicios de hospedaje, cobija y comida hasta por tres días en los albergues públicos, afirma el diputado tras presentar más de 74 mil 420 firmas
  
México, D. F., a 13 de diciembre de 2012.- El diputado César Daniel González Madruga presentó la Ley de Protección de los Derechos del Peregrino, con la finalidad de convertir a las zonas de culto religioso en la ciudad de México no sólo en lugares de práctica de la fe con todas las salvaguardas de seguridad físicas, legales y de derechos humanos para quienes allí acuden, sino también en una oportunidad para favorecer el desarrollo cultural y turístico hasta llegar a convertirlos en centros de peregrinación planificados.

Tan sólo la Basílica de Guadalupe, mejor conocida como el Santuario de La Villa, recibe cada año entre 14 y 20 millones de peregrinos, cifra inmensamente superior a la afluencia de fieles a los lugares de adoración religiosa de Europa, donde todos en conjunto llegan a sumar 25 millones de feligreses. Sólo para las celebraciones de éste 12 de diciembre la cifra de visitantes superó los 9 millones.

La propuesta presentada por el legislador del PAN, con el respaldo de 74 mil 420 firmas de fieles en tránsito, busca favorecer a un número de visitantes superior al del turismo convencional —alrededor de los 7 millones—, y gira en torno a la creación de la Oficina de Atención a Peregrinos, el Consejo de Atención a Peregrinos del Distrito Federal y el Fondo Estatal de Asistencia al Peregrino.

En su presentación, el diputado González Madruga destacó la importancia de la ciudad de México no sólo para los fieles de la religión católica que engloba, además de la Basílica de Guadalupe, al templo de San Hipólito donde se venera a San Judas Tadeo, sino también otros lugares para la comunidad judía o las concentraciones de los 64 grupos indígenas existentes en el país, quienes se reúnen en el Ajusco o el Cerro del Xitle, entre otros.

“El turismo motivado por la fe, puede representar una oportunidad considerable para el desarrollo de actividades turísticas, ya que a diferencia del turismo tradicional, este es recurrente al sitio en un periodo de tiempo menor y por lo tanto resulta ser un turismo más fiel a los sitios de visita”, argumentó el legislador, quien agregó que hoy en la ciudad se protegen más las marchas y plantones que a los peregrinos.

Recordó que la ciudad de México se formó precisamente tras una larga peregrinación de los mexicas hacia el Valle de México, la cual terminó en 1325 al llegar al islote donde identificaron los símbolos de la tierra prometida: fundarían una gran civilización en una zona pantanosa en la que vieran un nopal sobre una roca y sobre él un águila devorando una serpiente.

Cada año los centros de culto religioso reciben entre unos 220 a 250 millones de persona. Se estima que sólo en Europa, alrededor de 30 millones de cristianos, sobre todo católicos, dedican sus vacaciones (o una parte de ellas) a realizar una peregrinación. Aparte de católicos del rito romano y oriental, peregrinan fieles de la iglesia ortodoxa, del judaísmo e islam.

González Madruga expuso que a estos grupos de visitantes, en diferentes centros de peregrinación, principalmente en Europa, se han agregado servicios diversos, motivando una mayor estancia de los peregrinos en estos lugares, como son museos, recorridos especiales y actividades alternas.

En los principales centros de peregrinación de Europa se han desarrollado productos turísticos y conformado una serie de servicios, en base a sus recursos patrimoniales naturales como culturales. Han creado, pueblos o podríamos llamar "mini ciudades", haciendo que el visitante tenga la sensación de estar en un sitio especial, incrementando su estancia y la consecuente derrama económica.

El diputado panista explicó, por ejemplo, como en la India tienen un fideicomiso del gobierno; en la Mecca, existe una institución gubernamental para apoyar a los cuatro millones de peregrinos, mientras en el Camino de Santiago de Compostela cuentan con un pasaporte y las estancias y los albergues cuentan con una catalogación y seguridad.

Entonces, la iniciativa busca “fomentar y regular los derechos de los peregrinos, y a través de éstos ayudar a promover el desarrollo de las economías regionales, y contribuir a incrementar la actividad turística en el territorio nacional, respetando las creencias, tradiciones y valores religiosos y culturales de los individuos, fomentando, promoviendo y defendiendo las peregrinaciones y tradiciones en todas sus dimensiones, especialmente en sus componentes espirituales y humanísticos”.

Además de la protección de los derechos humanos de los peregrinos, se les prestarían los de hospedaje, cobija y comida hasta por tres días en los albergues públicos; asimismo, los comedores se expenderían alimentos de fácil preparación y que representen un bajo costo de producción y precio accesible. Sin faltar servicios médicos básicos y de radiocomunicación a las centrales de servicios hospitalarios; teléfonos para larga distancia; servicio mecánico que pueda auxiliar a los transportes utilizados por los peregrinos, módulos de información turística y general, con lo cual propiciar posicionar otros servicios y/o lugares que estén en torno al espacio y que se puedan identificar con el mismo.

También la supresión de barreras físicas en los ámbitos urbanos arquitectónicos y del transporte que se realicen en los lugares objeto de esta Ley, a efecto de que remodelen o sustituyan en forma total o parcial sus elementos constitutivos con el fin de lograr la accesibilidad para las personas con capacidades diferentes o movilidad reducida.

Se creará la Oficina de Atención a Peregrinos, adscrita a la Secretaría de Turismo del Distrito Federal, mediante la cual se busca también promover la agrupación de los peregrinos en asociaciones, federaciones, clubes u organizaciones similares; su inscripción voluntaria en el Registro de Peregrinos del Distrito Federal y la planificación de la promoción y difusión del turismo religioso en el Distrito Federal, tanto en el ámbito doméstico como en el internacional, así como organizar, auspiciar y difundir ferias, encuentros, espectáculos y reuniones con el objetivo de difundir el turismo religioso.