viernes, 5 de junio de 2009

EL ESTADO POLICÍA.

“Hemos guardado un silencio bastante parecido a la estupidez…” (Proclama insurreccional de la Junta Tuitiva en la Ciudad de La Paz; 16 de julio de 1809).Cita de Eduardo Galeano.
A prácticamente 15 días contados desde la noche del 23 de abril del año que corre, es coincidente parafrasear con lo establecido el 3 de mayo por la empresa Consulta Mitofsky, al respecto de que los acontecimientos expuestos al público a partir de dicha fecha cambiaron drásticamente los temas de la agenda – social, económica, incluso política – en consecuencia las dinámicas de las campañas y también las actuaciones de los gobernantes; por tanto ahora resulta aventurado adelantar el comportamiento de las preferencias electorales y el desenlace con los VOTOS que se depositen el próximo 5 de julio; además del actuar inmediato de la sociedad en general.
En tal circunstancia es pertinente anticipar algunas percepciones que sobre el complejo del asunto de la Salubridad pública nos anticipe el regreso de la tesis del Estado Policía, efectivamente aquel que por origen y razón a su naturaleza se inmiscuye hasta lo más íntimo de la red social, más aún en “secreto” y contra los derechos civiles; veamos:
1.- En lo económico la situación no es nada halagadora, ya que ante un contexto global de recesión económica en el mundo y donde los principales países el vecino del norte o mercados más amplios la Unión Europea, entre otros, presenten problemas a dicha circunstancia, así el reacomodo será complicado, que para el caso de México le implique más de dos semestres de vida económica; por tanto ello apunta a detonadores locales para activar el mercado y sus formulas; así es entendible la “nueva política sanitaria” que obligue a un perfeccionamiento en el desarrollo de la productividad, en el ofrecimiento de los servicios y en la “entrega” de los productos finales, con la condición de que solo los que se ajusten a dicha disciplina sanitaria estarán en la perspectiva de contar, incluso con el apoyo de la política económica del estado en materia tributaria y de regulación. Los demás actores económicos, de no acatar lo dispuesto, entonces se verán sujetos a sanciones y en su eventual desaparición de la lógica del “nuevo pacto neoliberal”, en donde cobran relevancia los órganos internacionales que “apoyan” esta iniciativa: Banco Mundial, FMI, como ahora las disposiciones de la OMS.
2.- En lo social la apuesta es más complicada, ya que obliga al replanteamiento de la práctica cultural de la población mexicana; a propósito del establecimiento y seguimiento de normas de higiene, que en materia de salubridad pública nos deja al descubierto ante los ojos de todo el mundo, a riesgo de la discriminación - incluso internacional tal cual sucede - y abuso corrupto del poder público que implica este aspecto del estado policial; en tanto que se aplica en todos los órdenes de la vida social: Escuela, trabajo, iglesia, recreación, transporte y al interior, inclusive, de la Familia.
3.- En lo político, lo inmediato es el proceso electoral del 5 de julio del 2009; en consecuencia los “lineamientos” que al respecto se están socializando se orientan – por igual en lo económico y social – sobre la fórmula del DISTANCIAMIENTO SOCIAL.
En consecuencia se pretende evitar el contacto físico con las personas, al grado que ahora la distancia recomendada entre persona y persona sea de 2.25 metros, adicionalmente que al reconocerse que “somos un país insalubre” se debe reunir otras condiciones para el ejercicio de los derechos políticos del pueblo; reuniones solo entre las 10: hrs y hasta las 15: hrs de cada día, no reuniones de carácter político en la noche. Pero si estas reuniones públicas no cuentan, por ejemplo, con ventilación pasiva o activa “…el evento no podrá realizarse”. Por supuesto que llama la atención del “nuevo” planteamiento sanitario político el hecho de que las sesiones de los Consejos distritales – extrapolado a los de carácter municipal y por la concurrencia de la elección – se llevaran a cabo “… A PUERTA CERRADA, SIN INVITADOS…”, salvo los medios de comunicación y en lugar aparte; no se vale olvidar que son dichos órganos PÚBLICOS los responsables de CONTAR y CALIFICAR LOS VOTOS.
Efectivamente en este sugerente contexto se amplían las atribuciones del estado y también la oportunidad contradictoria de su reconocimiento social y ciudadano, no obstante que recurra para ese propósito a la tesis del ESTADO POLICÍA; por lo que surge sin duda varios cuestionamientos sobre el particular y que para el alcance de la colaboración baste plantear: ¿qué tanto esta dispuesta la sociedad en general y la ciudadanía en particular, en compartir los riesgos que esto conlleva en su práctica inmediata, cuando se implica para tal efecto varias de las características medulares del estado policial, entre otras el miedo a nuestros propios semejantes y el abuso de su estado natural ?.
A. T. GONZÁLEZ.

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