jueves, 27 de octubre de 2011

Columna Péndulo político

“Un pueblo sin esperanza, pueblo sin futuro. Extravío del sentido común. Nueva oportunidad perdida para actuar con sentido de la realidad y honrar la virtud de la calle, Si el accionar de una clase política no se permea con la realidad, el proceso del 2012, sujeto al estado de ánimo de la población y su economía pulverizada”. Emiliano Carrillo C.

La política de eficacia y eficiencia del estado ante políticas de prevención y aplicación, contra dos elementos la corrupción e impunidad. Los objetivos nacionales de seguridad pública y combate a la delincuencia, sujeto al presupuesto y al gasto corriente de una burocracia sin compromiso social, menos de identidad nacional, gobernados por los peores “kakistocracia oligárquicas”.
El objetivo son los siguientes, prevenir el delito para asegurar la seguridad pública, lograr la reforma integral del sistema de seguridad con perfiles ciudadanos de garantías y no un estado simulador de coacción, como medio de control. MARCO TEORICO: LOS ADOLESCENTES: políticas públicas de prevención poco eficaces y eficientes a causa del modelo económico neoliberal productor de desigualdades sociales: El estado mexicano somos todos, si actuamos en forma individual y no integral, con iniciativa de que si se puede actuar con sensibilidad, visión, y sobre todo con ser parte del pueblo. La impregnación de corrupción e impunidad, vista como forma de gobierno.
Los jóvenes precisan un tratamiento educativo específico, es decir cada joven requiere de un tratamiento para su rehabilitación, para responder a sus demandas educativa y social, ya que se encuentran en un verdadero riesgo social, en virtud que los jóvenes tienen necesidades tanto material como personal.
La realidad social en que se encuentran adolescentes y jóvenes, tanto en situación de desamparo como en situación de conflicto social, ha venido generando un fuerte impacto y preocupación en la sociedad, por la situación de peligro en la que viven estos jóvenes, dado que la juventud es una transición entre dos etapas la niñez y adulto, es decir, es un proceso de transición en el que los niños se van transformando en personas autónomas, por lo se entiende como una etapa de preparación para las personas se incorporen en el proceso productivo.
En este siglo XXI permite establecer nuevos derroteros de la vida acelerada de los jóvenes del futuro incierto a las circunstancias de factores económicos, sociales y familiares, de una integración de globalización, la imperante economía neoliberal y la pérdida del estado social.

La visión del estado en la represión como medio de control a una juventud segmentada en su entorno social de desintegración familiar, maltratos, abusos sexuales, pérdida de valores ante una familia inestable a una de las causas de su economía, educación y los jóvenes se ven obligados dejar sus estudios por falta de recursos.

Estas, con nuevas formas de comunicación cibernética globalizada; los menores que cometen actos de ilicitudes y un sin fin de casos verdaderamente macabros como protagonistas, desde homicidios en las aulas donde entran armados a matar a sus compañeros y profesores; en México podemos encontrar diversos casos tipificados de estas conductas delictivas.
El fenómeno de la delincuencia es muy complejo, existen muchos factores y están íntimamente relacionados una con otra y conllevan a la delincuencia de menores. En general se agrupa los factores en: biología, psicología, social y familiar, para el caso de estudio de la delincuencia juvenil nos enfocaremos a la familia, porque es uno de los factores más predominantes sin negar que se relacionan con otros factores, su entorno, clima, situación económica, la falta oportunidades.

El sistema integral de justicia para los adolescentes (artículo 1 al 9), donde se entiende como menor de edad a los 12 años y menor de 18 años. Y adulto joven de 18 años y menores de 25 años. El marco jurídico de los menores infractores. Su reconocimiento fue hasta la convención sobre los derechos del niño cuando se proclamaron especialmente los derechos y libertades de los niños.
La actividad laboral ante una situación segmentada de población con niveles educativos muy bajos, así como la actividad laboral de ingreso de supervivencia, incapaz de tener medios de recreación (ir al cine, comprar ropa, zapatos, etc.) a su precaria economía, la aportación económica al gasto de hogar, la ayuda a sus padres, que se pasaron la vida trabajando sin poder salir del circulo de pobreza.
La falta de escolaridad y el lugar donde viven establecen reglas de comportamiento, algunos realizan la actividades ilícitas (robo, asalto) con actividades licitas de encubrimiento (trabajar). Los trabajos inestables temporales, donde no hay certidumbre de la actividad de trabajo, donde las empresas son centros de explotación e incapaces de incentivar al trabajador, estos trabajos transitorios de ser obreros, carpinteros, mecánicos, albañiles, fleteros, cuidadores de niños etc., donde su formación técnica se trunca y a la actividad de lo ilícito, donde ellos lo ven como forma normal, al desconocimiento de las leyes expedida por el estado son omitidas.
El delincuente primario se segmenta en su ámbito de región y de vecindad, donde se establece vínculo de solidaridad delictiva ante sus vecinos, esta actividad simultánea de lo ilícito –licito, permite en su mundo cubrir y vestir su comportamiento. La implementación de normas, organización y modernización educativa, además de reconocer en la evaluación el bajo grado de éxito con que se proporciona el actual servicio a los menores para su supuesta readaptación.
En noviembre del 2005 se reformo la estructural al artículo 18 de nuestra carta magna, esta consistió en trasladar del poder al poder judicial como nuevo órgano competente en la materia. En México es terrible. Nuestra juventud de 14 a 18 años son víctimas de un sistema educativo incapaz de darles herramientas, el sistema de auto complace con sus logros mientras la mayor parte de nuestra juventud se ven obligados a asistir a cursos de baja calidad y en el mercado laboral les niega oportunidades.
Los jóvenes sin educación, sin trabajo y sin oportunidades son caldo de cultivo para la delincuencia; un presidente entregado al poder financiero y privatizador. Los factores multifactoriales enlazados en función del poder público ante situaciones de la educación y trabajo, en base de planeaciones objetivas de valor ético de nuestros gobernantes, sobre acciones de enfrentar la terrible realidad de la pérdida de la calidad de vida. En un gran segmento vulnerable en cuestiones de trabajo y educación, que debería ser eje de desarrollo.
La focalización de desarrollo en políticas, debe ser la educación y la generación de empleos, como instrumento detonante a la educación a mediano y a los cientos de miles de jóvenes rechazados de los sistemas de enseñanza media y superior, y los 7 millones de jóvenes sin empleo, cerca del 30% de la población en edad de trabajar largo plazo en la creación de infraestructura de nuevos centros educativos de media y superior.
La delincuencia de los jóvenes es más frecuentes por situaciones de baja escolaridad y factores multifactoriales: Desigualdad destructiva: Las difíciles condiciones económico-sociales y familiares; la mayoría de los cuales se han ido de su casa en una temprana edad, han sido testigos del consumo del alcohol y drogas de parte de sus padres, han abandonado la escuela a temprana edad y varios familiares de ellos han tenido un familiar en prisión.
La gran mayoría de los jóvenes han empezado a trabajar antes de los 15 años y tenían un trabajo de albañil, lava autos, franeleros, vendedores ambulantes o empleados de comercios, las actitudes ilícitas más comunes de estos jóvenes son el robo, lesiones.
La edad entre 6 a 12 años y de 12 a 15 se supone que están en la secundaria, pero no es así por situaciones socioeconómicas y de lugar donde viven, en zonas de marginación, informalidad y violencia, que no han sido incluidos por el sistema social—políticas públicas sin respuesta social y en su entorno de marginación, a la falta de acciones focalizadas de integración, de prevención inexistente.
Los que están en prisión jóvenes de 18 a 35, el 38 % de los internos dejaron de vivir con su madre y el 42% con su padre antes de cumplir los 18 años, 11% nunca conocieron o vivieron con su padre. El 28% de los internos se fueron de su casa alguna vez antes de cumplir 15 años. De ellos, 41 % tenía entre 6 a 12 años. El 50% abandonaron su hogar por violencia intrafamiliar y el 21% de los internos nunca fueron a la escuela o no alcanzaron a concluir la primaria. Y el 61 % de los internos comenzaron a trabajar a los 15 años o antes; de estos el 32 % lo hicieron a los 12 años.
En muchos de los hogares de menos recursos económicos, el núcleo familiar es disfuncional, la falta la figura paterna o la baja escolaridad de los padres impide al niño recibir información adecuada. Si en México tenemos un desempleo igual al de España, alrededor del 20% de la fuerza de trabajo total, el desempleo de los jóvenes debe ser, por lo menos, de 40% de su total, el factor económico ha propiciado la deserción escolar en las secundarias de jóvenes de 14 a 16 años, que tienen que trabajar para el apoyo de su economía familiar al creciente desempleo y la incertidumbre, el 5.7% se ha incrementado el desempleo, así como los jóvenes son instrumento de la criminalidad.
La estadística de los que están en prisión de 18 a 35, determinan la gravedad de la pulverización social y de marginación. Sin educación son más propensos a delinquir, las pocas oportunidades de tener una educación o seguir estudiando, fueron la necesidad de trabajar 57%; el 13.8% se fueron porque no les gusta la escuela, 12.1 % por que la familia los saco y 6.9% no había escuela donde Vivian. “economía de bajos salarios”. Los que están en prisión por situaciones sociales, familiares y económicas, permiten establecer en base a los reactivos de los presos, en situaciones de las crecientes índices de exclusión social y la prisión o el tutelar de menores infractores uno de los destinos posibles para aquellos que el sistema no logra exitosamente incorporar.
La política criminal y el derecho penal es ultima ratio en el ordenamiento jurídico, la represión como medio de justificación del fracaso de políticas --preventivas, educacionales, sociales, laborales, etc. — del estado (punitivo- la violencia legítima coercitiva--, la seguridad a principio rector de la política criminal y de la dogmática. En las estadísticas nos muestra como la juventud desde la primaria y secundaria hay un gran índice de deserción, por lo tanto si ofrecemos un mejor ambiente en la familiar, tendremos mejores jóvenes. La realidad a falta de estructura de los actuales centros de tratamiento deben dejar de ser un espacio del campo penal, para convertirse en una institución de cambio; el binomio la secretaria de educación pública y poder judicial.
El adolecente que tiene conflictos con la ley posiblemente es producto, en parte, de la deformación educativa básica de su hogar, televisión, y medios; así como la educación formal que está a cargo la secretaria de educación pública. Las conductas de los pobladores segmentados y al no ver situaciones de prevención de los órganos del estado en los elementos esenciales de motivación a la población con educación, trabajo, es muy difícil que se incorpore a la sociedad que vive a los convencionalismos y valores, que se transgreden a causa de la educación, familia, y un estado indefenso ante la globalización del libre mercado, que cada vez hay más pobres y desigualdades (necesario la implementación de prevención social).

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