Por su protagonismo enarbolando causas sociales, sin duda la
organización Antorcha Popular representa en la lucha por el poder un dolor de
cabeza para diferentes actores políticos tanto de gobierno como de partidos
políticos.
Su líder Aquiles Córdoba Moran les ha conducido con acertada
estrategia de evolución política, en este 2013 es la estructura afiliada al
Partido Revolucionario Institucional con mayor solides tanto organizativa como ideológica. Estos dos
elementos le han llevado a conseguir posiciones políticas como regidurías,
presidencias municipales, diputaciones locales y curules en el Congreso de la
Unión, además de cientos de plazas docentes y administrativas gubernamentales.
Antorcha Campesina, Antorcha obrera, Antorcha Estudiantil y
ahora Antorcha Popular son los nombres de algunas variantes sectorizadas para
abanderar movimientos de gestión social en diferentes estados de la república
mexicana. Se adhiere al PRI en 1988 durante la campaña política presidencial de
Carlos Salinas de Gortari, a partir de entonces cabalgan en caballo de
hacienda.
Pero los antorchitas no dependen tan sólo del erario
público, desde siempre procuraron la creación de negocios productivos que les
generan recursos, ellos ahora poseen empresas formales de producción y de servicios
desde donde alimentan su movimiento.
Así nació, con talento, con disciplina y con actuar mimético
que confunde en sus detractores la intransigencia predispuesta por razón
política con la beligerancia irracional.
Sin embargo durante el último lustro el capital político
logrado, comienza a ser un riesgo detonante debido a la actitud despótica que
algunos de sus dirigentes adoptan en la relación obligada con instituciones de
gobierno y lo peor es el manejo totalitario del poder con la ciudadanía. Sinónimo
de que se están alejando de sus principios ideológicos, se observa un
distanciamiento entre su discurso y la realidad.
En el Estado de México Antorcha Popular tiene muchos
adversarios y bastantes de ellos en el propio PRI, la verdad es que al interior
de su partido la rivalidad surge cuando son afectados los intereses de quienes
sin hacer nada por sus comunidades de pronto ven llegar al antorchismo con
orden, propuestas, capacidad logística y empuñando los reclamos ciudadanos.
Existen muchos líderes o cacicazgos familiares que llevan
años gozando de la pax mexicana que no mueven un dedo en favor de sus
conciudadanos, pueblos o colonias que durante décadas no pueden anotar en su
historia obras nuevas que les inserten al progreso estatal o nacional.
Estos parásitos son los más escandalosos frente al trabajo
de Antorcha, así ocurrió en Chimalhuacán, en Los Reyes La Paz y recientemente
en Cuautlalpan Texcoco en esos lugares comunidades los cabecillas políticos se
venían repartiendo los cargos de gobierno como estanquillos de feria o
palenque.
Ahora Antorcha Popular puede estar avanzando hacia el
autoritarismo totalitario y hasta el fanatismo con tal de conservar el poder,
los gobernantes son presionados para dotar preferencialmente de recursos a la
causa antorchista y los ciudadanos son condicionados a la absorción para ser atendidos o recibir servicios.
El siguiente pasó del movimiento antorchista es dentro del
PRI con mejores monturas, o lo que suena
más lógico fuera del tricolor pero dueños totalmente de su destino.