- Autoridades del GDF carecen de la excusa de la modernización del transporte, porque esta se lleva a cabo de manera paulatina, aún con riesgos de incertidumbre jurídica y económico-financiera
México, D. F., a 15 de noviembre de 2012.- Organizaciones de
concesionarios del transporte público en el Distrito Federal anunciaron esta
mañana el inicio de una movilización conjunta, por “la imperiosa necesidad de
establecer, de manera apremiante, un ajuste a las tarifas del transporte (que)
no puede ser menor a 2 pesos”, el cual les permitirá continuar con el programa
de renovación de unidades, aumentar la seguridad de los usuarios, evitar la
guerra del centavo y establecer las condiciones para poder ofrecer el servicio
que el público se merece.
En voz de Nicolás Vázquez, los transportistas expusieron su
situación: De 1992 a la fecha, los distintos gobiernos del Distrito Federal
ajustaron la tarifa en sólo cuatro ocasiones, con un monto total de 2 pesos. Y
en los últimos nueve años el ajuste fue de sólo 50 centavos.
En la mesa principal de la conferencia de prensa esta
mañana, además de Nicolás Vázquez, de la Unión de Transportistas Nuevo Milenio,
estuvieron Encarnación Juárez Rodríguez de Movilidad y Progreso de
Transportistas; Alejandro Luna, del Grupo Movilidad y Vanguardia; Felipe Núñez
de la Ruta 3 y Francisco Carrasco del Bloque de Agrupaciones.
A decir de Vázquez, la política pública en relación con el
transporte es la de mantener la tarifa sin incremento, con la finalidad de
contener el descontento social, pero finalmente quien sufre las consecuencias
es el sector transportista, pues todo ese periodo han subsidiado el costo del
pasaje, lo cual les impide invertir en mantenimiento o renovación de la flota
vehicular.
“El pasaje subió a razón de 10 centavos anuales durante los
últimos 20 años. Este rezago tiene como consecuencia la descapitalización de
las finanzas del gremio transportista y la inhibición en la inversión. Provoca
una merma en los estándares de la calidad del servicio que cotidianamente se
presta en la ciudad y a la vuelta de pocos años, si continuamos así, las
unidades hoy nuevas, se convertirán en carcachas como actualmente están los
microbuses”, añadió el dirigente.
En cambio, “aún sin la certeza económico-financiera y con
los riesgos que esto implica”, integrantes de sus organizaciones se aventuraron
a respaldar el programa de modernización impulsado por Marcelo Ebrard y
actualmente “muchos de nuestros compañeros se encuentran quebrados o en
situaciones donde el equilibrio entre números rojos y negros se inclina por los
primeros”.
Agregaron que para levantar una cortina sobre la tarifa
política impuesta, las autoridades del Gobierno del Distrito Federal siempre
antepusieron la renovación del parque vehicular como excusa a los ajustes. “Hoy
carecen de excusa”.
A casi cinco años de la última negociación general con el
Gobierno del Distrito Federal, que se cumplirá en febrero, los transportistas
dijeron haber creado tres líneas de Metrobús y se alargó la que ya existía, de
Doctor Gálvez a El Caminero en Insurgentes. También se incorporaron al cambio
mediante el esquema de corredores.
De esta forma el nuevo transporte está en circulación en
Avenida Reforma, el Corredor Periférico y Circuito Interior. También de
Chapultepec a San Ángel y Aragón; de Taxqueña a la Caseta Sur, de Etiopía a CU,
del Cerro de la Estrella a Mixcoac, de La Viga a Tepito y del Metro Politécnico
a Los Reyes Iztacala. Incluso, agregó Nicolás Vázquez, algunos corredores
todavía podrían entrar en servicio en esta administración.
“El transporte moderno con tecnología de punta tiene un
costo. Es un espejismo o un engaño pretender que un transporte de primera debe
ser bueno, bonito y barato. Tampoco podemos continuar con una política pública
que sólo enaltece la imagen de los gobernantes, pero no corresponde a las
expectativas de cambio”, finalizó Vázquez.
Al ser cuestionados sobre las declaraciones del próximo Jefe
de Gobierno, Miguel Ángel Mancera respecto de que desaparecerá los microbuses,
dijeron que están de acuerdo y que toman el reto de transformarse de
asociaciones civiles en empresas “siempre que existan las condiciones
jurídicas, económicas y fiscales para hacerlo”.
Alejandro Luna destacó que el debate sobre el transporte en
la ciudad debe abarcar también otros aspectos relacionados, como es la
regulación del transporte, la responsabilidad de las autoridades, una
proyección sería del futuro del transporte público y no quedarse únicamente en
la prestación del servicio como lo ha hecho quien más responsabilidad tiene,
que es la propia autoridad en la ciudad.