domingo, 29 de abril de 2012

Columna

Reflexiones
Por: Francisco Alfaro

MIEDO A DEBATIR.
El miedo a debatir es precisamente por la falta de preparación, por la nula propuesta, por que no existe ideología que defender, ni cerebro para poder hacer debate, que es:  confrontar ideas, pelearlas, defenderlas, pero sobre todo demostrar como se hará cumplir cualquiera de las propuestas, decir el por qué es necesario llevarla a cabo, para qué hacerlo, que alcances tiene, que beneficios aportará para la nación, y con que elementos se cuenta para llevarla a buen fin, dichos elementos son tanto jurídicos, como económicos y si el congreso estará de acuerdo o tendrá que seguir negociando con los grupos políticos en el poder, esto es muy importante ya que en la política nacional cabildear es sinónimo de chantajear, “tú qué me das a cambio de”.
Cualquier idea que pretenda cambiar las normas que tanto daño han hecho a la población es saboteada, puesto que solo les interesa a muchos legisladores lo que les brinde beneficios inmediatos, tanto a ellos como a sus partidos, los legisladores no debaten, pactan, no legislan, fingen representar y legislar.
Los debates se convierten en habladurías, en voces del más allá, que dicen traer la esperanza de un futuro mejor sin mostrar el cómo llegar a dicho futuro.
Maquiavelo ya nos advirtió con respecto a los príncipes (candidatos): -“Con aquello que no es tuyo ni de tus súbditos se puede ser considerablemente más generoso. El gastar lo de los otros no te quita consideración, antes que la aumenta”. Por ello gastarán a manos llenas, en sus allegados y sus personas, al pueblo solo le darán lo mínimo en infraestructura y lo que permita la subsistencia con subsidios y apoyos económicos.
Joseph Goebbels plantea como se hace la propaganda actual en sus 11 principios, de estos, tomamos dos que plantean como hacen la propaganda los partidos de México: Principio de la vulgarización. "Toda propaganda debe ser popular, adaptando su nivel al menos inteligente de los individuos a los que va dirigida. Cuanto más grande sea la masa a convencer, más pequeño ha de ser el esfuerzo mental a realizar. La capacidad receptiva de las masas es limitada y su comprensión escasa; además, tienen gran facilidad para olvidar".
Principio de orquestación. "La propaganda debe limitarse a un número pequeño de ideas y repetirlas incansablemente, presentarlas una y otra vez desde diferentes perspectivas, pero siempre convergiendo sobre el mismo concepto. Sin fisuras ni dudas". De aquí viene también la famosa frase: "Si una mentira se repite suficientemente, acaba por convertirse en verdad".
Un debate requiere tiempo abierto y los políticos no van a debatir, solo hablaran, pues consideran al pueblo ignorante y fácil de engañar. ¿Será cierto? Tú tienes la mejor respuesta.