sábado, 19 de mayo de 2012

Columna


Reflexiones
Por Francisco Alfaro

UNIVERSIDADES Y GOBIERNOS.
Necesaria es la solidaridad entre los grupos de los distintos gremios, pero dicha solidaridad tiene que anteponer lo justo a los intereses de unos cuantos, hemos visto que el estudiantado es en muchas ocasiones victima de grupos que defienden y anteponen sus intereses a la educación. Los estudiantes son tomados como rehenes y son víctimas de quienes dicen defender la educación.

Algunos de los movimientos que en un principio se levantan para exigir derechos y cumplimiento de promesas hechas por los gobernantes, degeneran hasta exigir absurdos, casos como la universidad de  Michoacán, donde al final se exigía que soltaran los inculpados por quemar unidades móviles gubernamentales, se observa siempre un intento de manejo convenenciero más que político, convenenciero porque en esta época de elecciones el nuevo gobierno, que no obedeció la ley y soltó sin más a las personas detenidas, esto con el fin de evitar un conflicto social que disminuyera la votación de los candidatos afines al gobierno estatal, esto sin solucionar el problema original y aun qué ya se desalojo la universidad, la problemática se mantiene latente.

En Oaxaca nuevamente los niños se quedan sin clases, lugar donde la marginación y la pobreza es una constante. Se mantienen los grupos beligerantes que al estar respaldados por organizaciones de corte mafioso, hacen su voluntad y son respaldadas directa o indirectamente por el gobierno, ya qué mantener la ignorancia y la marginación mental y educativa favorece gobiernos corruptos que no saben ni quieren una sociedad educada y en desarrollo.

En Guerrero, lugar sin ley, los normalistas al no ser recibidos por el gobierno salieron a las autopistas, fueron brutalmente reprimidos y hoy siguen las autoridades sin dar una salida satisfactoria al problema estudiantil.
Marchas en la capital del país, suspensión de clases, un SENTE que controla una buena cantidad de profesores, y hasta un partido que a conveniencia se vende, se renta, o a capricho va solo. Un CENTE que moviliza y que se ve intolerante. El estudiantado sigue siendo rehén de un sistema que no quiere competencia, de un profesorado inconsciente que solo ve su interés, son pocos los profesores y muy pocos gobernantes los que ven en la educación una salida a todos los problemas de la nación.

Solidaricémonos con los estudiantes, apoyemos su educación, y apoyemos las causas justas, no solo la de los profesores, también las causas indígenas, de los obreros, de los empleados, aceptemos que existen formas diferentes de pensar, de ser y de actuar, pero siempre sin afectar los derechos de los demás.

Aceptemos que la crítica que es un factor de reflexión, aceptemos que la información que dan nuestros reporteros y nuestros periodistas honestos, abren y mueven conciencias qué generan acciones para mejorar las condiciones humanas. Hagamos de la libertad de expresión un factor de cambio y no de conveniencia para un grupo.