Por: Francisco Alfaro
LA DELINCUENCIA EN MÉXICO.
Existe una gran cantidad de problemas originados entre otras
cosas por la falta de seguridad que percibe y vive la población. Se ha
observado un aumento considerable en casos de robos a casa habitación, de vehículos, de partes
del vehículo, todos con o sin violencia,
así mismo aumentan los asaltos en y a transporte público, también se presenta
otro tipo de atracos y es la extorción a los comercios y la extorción
telefónica, en el mundo de hoy existe también la delincuencia cibernética,
existen los delitos sexuales, la trata de blancas, que es el comercio de las
personas, además existen muchas formas de delinquir, los delincuentes pueden
trabajar en solitario u organizados.
Ante todo lo anterior se ha creado un sin numero de grupos
gubernamentales, los cuales se han orientado a (en apariencia) investigar e inhibir los diversos delitos a
los que los ciudadanos nos enfrentamos cada día. Pero en realidad ningún grupo
policiaco ha tenido la capacidad de solucionar el problema que genera la
delincuencia, los delitos no han disminuido, y lo peor es que constantemente se
ven involucrados los propios policías en grupos delictivos, o ser los mismos
policías quienes dirigen a la delincuencia. El ejército que hoy está en las
calles para contener o inhibir a la delincuencia, también tiene sus
delincuentes hasta en las altas esferas.
Los grupos policiacos federales, estatales y el ejército,
tienen áreas especiales que se dedican a detectar la problemática social, se
infiltran en organizaciones y saben de la situación y la problemática a la que
se enfrenta la población, saben de los puntos rojos y zonas conflictivas.
Los policías municipales conocen las tienditas, saben donde
se vende droga, conocen los giros negros y los lugares donde hay asaltos, y es
bien sabido que en los municipios pocos son los policías que cumplen la labor
de inhibir los delitos.
Los policías no han servido para contener a la delincuencia,
no saben investigar y solo hacen su labor si tienen la consigna, el ejército no
tiene los métodos policiacos para suplirlos, así que la población está a merced
de la ineficiencia policiaca, su complicidad con las mafias y la delincuencia,
pero no todo está mal, ya que aun existen pocos policías comprometidos con la
población, en realidad muy pocos.
Las preguntas que hoy surgen, son: ¿Serán las políticas y/o
los policías el problema? ¿Es necesaria la supervisión internacional para que
funcione la policía y la justicia en México? ¿Están coludidos los policías, los
jueces y los políticos en contra de la justicia en México? ¿Seremos todos
cómplices de la delincuencia al no generar valores en nuestra familia y dejar
pasar las pequeñas infracciones?
Ya lo dijo Carlos Fuentes, “son muy grandes los problemas de
México y muy pequeños los candidatos”. Pero siempre tú tienes la mejor opinión.