martes, 22 de mayo de 2012

Columna

Reflexiones
Por: Francisco Alfaro

LA DELINCUENCIA EN MÉXICO.
Existe una gran cantidad de problemas originados entre otras cosas por la falta de seguridad que percibe y vive la población. Se ha observado un aumento considerable en casos de robos  a casa habitación, de vehículos, de partes del vehículo, todos con o sin violencia, así mismo aumentan los asaltos en y a transporte público, también se presenta otro tipo de atracos y es la extorción a los comercios y la extorción telefónica, en el mundo de hoy existe también la delincuencia cibernética, existen los delitos sexuales, la trata de blancas, que es el comercio de las personas, además existen muchas formas de delinquir, los delincuentes pueden trabajar en solitario u organizados.

Ante todo lo anterior se ha creado un sin numero de grupos gubernamentales, los cuales se han orientado a (en apariencia)  investigar e inhibir los diversos delitos a los que los ciudadanos nos enfrentamos cada día. Pero en realidad ningún grupo policiaco ha tenido la capacidad de solucionar el problema que genera la delincuencia, los delitos no han disminuido, y lo peor es que constantemente se ven involucrados los propios policías en grupos delictivos, o ser los mismos policías quienes dirigen a la delincuencia. El ejército que hoy está en las calles para contener o inhibir a la delincuencia, también tiene sus delincuentes hasta en las altas esferas.

Los grupos policiacos federales, estatales y el ejército, tienen áreas especiales que se dedican a detectar la problemática social, se infiltran en organizaciones y saben de la situación y la problemática a la que se enfrenta la población, saben de los puntos rojos y zonas conflictivas.

Los policías municipales conocen las tienditas, saben donde se vende droga, conocen los giros negros y los lugares donde hay asaltos, y es bien sabido que en los municipios pocos son los policías que cumplen la labor de inhibir los delitos.

Los policías no han servido para contener a la delincuencia, no saben investigar y solo hacen su labor si tienen la consigna, el ejército no tiene los métodos policiacos para suplirlos, así que la población está a merced de la ineficiencia policiaca, su complicidad con las mafias y la delincuencia, pero no todo está mal, ya que aun existen pocos policías comprometidos con la población, en realidad muy pocos.

Las preguntas que hoy surgen, son: ¿Serán las políticas y/o los policías el problema? ¿Es necesaria la supervisión internacional para que funcione la policía y la justicia en México? ¿Están coludidos los policías, los jueces y los políticos en contra de la justicia en México? ¿Seremos todos cómplices de la delincuencia al no generar valores en nuestra familia y dejar pasar las pequeñas infracciones?

Ya lo dijo Carlos Fuentes, “son muy grandes los problemas de México y muy pequeños los candidatos”. Pero siempre tú tienes la mejor opinión.